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ME COMÍ UN CULTO EN EL ASIENTO TRASERO DE UN TAXI
Fecha: 08/11/2019, Categorías: Gays Autor: Hansolcer, Fuente: SexoSinTabues
... yo el hombre más vergudo del planeta. Alex parecía estar al borde de la razón. Difícil era saber cuando llevábamos cogiendo, pero el taxista al parecer se había fumado hasta el último cigarro que tenía. Caminaba cono si los nervios lo traicionaran, como si estuviera en pasillo de hospital esperando a su mujer después del parto. Aunque estaba a una distancia considerable por un momento creí ver un bulto en sus pantalones a la altura de su polla. Otra vez pensé que seguía siendo buena opción el que hiciéramos un trío, pero de nuevo deseche la idea. Estaba demasiado rico aquel culo para compartirlo, que por cierto ya estaba relajado al máximo, goloso. Una y otra vez recibía mis embestidas tragándose hasta el último centímetro. Alex parecía gozarlo al máximo, el mismo mantenía aquel ritmo, movía sus caderas ricamente, sus gemidos ahora eran ahora de gozo puro. Ahh ahhh ahhh ahhhh papasote, ahhh ahhhh ahhhh ahhhh que rico demela todaaa, metamela ufff ufff. La verga lo había transformado, lo gozaba. Sin dejar de recibirme en su culo había empezado a pajearse, se la estaba jalando y eso despertó mi lujuria. Lo culie con todas las fuerzas posibles, duro hasta hacer escuchar nuestros cuerpos chocar uno contra otro, nuestro taxista ahora nos miraba descaradamente. Que importaba si lo estamos pasando de lo lindo. Bastaron minutos, minutos de éxtasis, de sexo duró, salvaje. Alex prácticamente siendo levantado hacía hacia arriba a cada embestida, los dos gimiendo, los dos bufando, al ...
... menos yo cerré los ojos para disfrutar más mi orgasmo. Fueron descargas electicas corriendo por todo mi cuerpo, mis músculos se tensaron, algo caliente bajo por mi columna vertebral hasta llegar a mis huevos. Mi verga se hincho como si quisiera dar paso a algo grande, le di una última culeaba y sintiendo el semen a punto de salir se la saque para echárselo sobre su culo. Alex había llegado al final junto conmigo, lo vi retorcer su cuerpo, aullar del gusto. Se corrió al mismo tiempo que yo, su ano había quedado desflorado. Podía vérsele un hoyo más grande que el de una señal de OK hecha con una mano grande. Le eche tanta leche que perdí la cuenta de cuantos chorros me habían salido. Hoy andaba despistado, por una lado, nunca estuve seguro de cuantos cigarros se había fumado el taxista. Por el otro, perdí la cuenta de cuantas veces vomito semen mi verga, pero debieron ser muchas porque las nalgas y parte de la espalda de Alex estaban empapadas. La luz de un carro viniendo en dirección a nosotros nos volvió a la realidad de que estábamos en La calle, Alex se metió tan rápido como pudo al taxi, desnudo. Como pude le pase sus ropas. Yo me subí los pants y me quedé disimulando como si estuviera orinando. Nuestro chofer se pasó la calle y rápidamente tomo el volante, justo cuando el carro pasaba junto a nosotros. Debía ser algún residente del lugar ¿A dónde los llevo patrón? – pregunto el chofer mirando hacia atrás donde todavía Alex continuaba vistiéndose. Pude saber que aquel hombre ...