1. Ahora su macho soy yo


    Fecha: 08/11/2019, Categorías: Incesto Autor: mastersex, Fuente: CuentoRelatos

    Mi mamá es una mujer de 55 años y bastante gorda, pero un enorme culazo tan grande y muy lindo pesara unos 130kg., tiene una cara hermosa y unos pechos súper extra grandes, yo tengo 18 años y mi papá 60 años y una muy buena relación conmigo, desde casi siempre me masturbé pensando en esas hermosas tetas, pero nunca pasó de ahí, por lo menos hasta hace casi un mes.
    
    Todas las mañanas antes de ir a la prepa me despierto bien erecto y tengo que hacerme una paja y de vez en cuando mancho el calzoncillo, cuando esto pasa lo hago un bollo y lo dejo para lavar. Una de esas mañanas al llegar al cole me entero que estaba cerrado por no haber agua, sin hacerme problema vuelvo a mi casa.
    
    Entro apresurado para ir al baño y al abrir rápido la puerta veo a mi mamá completamente en calzón sentada en el inodoro y masturbándose con un cepillo metido hasta el fondo de su concha mientras pasaba su lengua sobre el semen de mi calzoncillo, nos quedamos tiesos los dos mirándonos a los ojos por unos segundos, yo con la boca abierta y ella con su lengua llena de mi leche, cuando siento la voz de mi papá que me pregunta que hacía de vuelta tan temprano.
    
    Rápido cierro la puerta y le explico lo del corte de agua, él se despidió de mí, de mi mamá con un grito y se fue a trabajar. Me senté en el living y estuve casi 20 minutos tratando de acomodar mis ideas, mientras en todo ese tiempo mi pija no dejó de estar dura, no comprendía lo que pasaba, pero me excitaba y mucho. Fue entonces cuando ...
    ... escucho por fin la puerta del baño y mi madre ya con su camisón puesto se sienta frente a mí y pide aclararme lo que pasó, sin decirle una palabra la miré a los ojos y me hice todo oído.
    
    Casi al borde del llanto comenzó diciéndome que papá casi nunca la tocaba y que ella estaba segura que él tenía una amante, pero que no podía culparlo ya que ella era gorda y fea y que su tremenda calentura la llevó a excitarse con su propio hijo. Ahí la interrumpí y le pregunté qué otra cosa hacía pensando en mí, me contó que mientras yo dormía boca arriba ella se masturbaba al lado de mi cama.
    
    Después me pidió disculpas y juró que jamás volveríamos a pasar por esta situación, fue ahí cuando la interrumpí y le dije que yo también era culpable ya que me había masturbado pensado en ella mil veces y que jamás la había visto como a una gorda fea, que al contrario la veía hermosa y muy mujer, ella no me creyó y decía que yo solo lo hacía para hacerla sentir un poco mejor.
    
    Me paré, me puse frente a ella, tome su mano y la apoyé en mi pija que estaba como una piedra y le dije, esto te parece mentira, después me bajé los pantalones y acerqué su cara a mi pija y ella la chupó gustosa, lo hacía perfecto, se notaba que sabía lo que hacía, solo la interrumpí para tomarla de la mano y llevarla a su cuarto.
    
    Al llegar le quité el calzón color amarillo la recosté en la cama y le dije: “ahora te voy a demostrar que no te miento”, y hundí mi cara en su concha, ¡que hermoso gusto!, que labios carnosos, ...
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