1. Mari Carmen, una madre muy ardiente. 6


    Fecha: 15/11/2019, Categorías: Incesto Autor: hagen2012, Fuente: SexoSinTabues

    Mari Carmen, una madre muy ardiente. 6 La belleza de la primeriza luz de la tarde que comienza se desliza por el suelo de la habitación, despacio, sin ninguna prisa, como desafiando a la hermosa cuarentona que, sentada en el borde de la cama de matrimonio, lo observa todo sin ver nada, con la mirada vacía. La mujer, cuyo nombre es Mari Carmen, tiene cuarenta y cinco años, está casada y es madre de dos hijos, un hijo y una hija, y ahora, está abrumada. Por la mala conciencia. Por la culpabilidad que acecha en un resquicio de su mente. Y, además de estar abrumada, está desnuda. Su cuerpo no es esbelto ni de modelo, desde luego. Tiene unos pliegues de grasa bastante visibles en el estómago, sus piernas – aunque bonitas, fuertes – no son de escultura griega. Su rostro no es de excepcional belleza. Sin embargo, tiene un buen par de tetas, bastante grandes, aunque algo colgantes; un pelo bonito, teñido de negro, lacio, que le cae, desbordante por los hombros y le cubre bastante la espalda. Y sus ojos, negros, cuando no están abatidos, son brillantes y agraciados, heraldos de alegría. Mari Carmen suspira. Se dice a sí misma que debe reponerse. Hace no mucho estaba excitada, caliente, como una ardiente ninfa del sexo, y ahora, los remordimientos la devoran. Pero todo cambia. Mari Carmen es positiva, no cree en el desánimo. A fin de cuentas, se dice, no he hecho tanto mal. Tan solo me he acostado con mi hijo, varias veces, y, para rematar, también con mi hija, aunque con ella, ...
    ... técnicamente, en realidad , solo hubo un , digámoslo así, intercambio de lametones. Lametones en pleno sexo de cada una, claro. Nada malo. O eso dice ella. La madre, atribulada, se dice que eso ha terminado, que ya está, que no más de sexo con sus hijos, que ya está bien. Se lleva las manos a la cara. Se las quita. Se tumba boca arriba sobre la cama. La tarde es tan tibia, Pili, su hija, está tan lejos, arriba en su habitación, y no es probable que baje. Pablo acaba de irse al instituto y no volverá en varias horas. Solas ella y Pili, pero Pili dejó bien claro que no quería volver a caer en la tentación, así que, en realidad, está sola. Mari Carmen siente un cosquilleo en el coño. Asustada, se da cuenta de que vuelve a ponerse cachonda. "¿Me habré convertido en ninfómana sin saberlo?"- se pregunta, mientras se lleva una mano a la entrepierna. La desnuda y apetitosa cuarentona, boca arriba sobre la cama, se abre de piernas y se mete un dedo en el coño. Excitada, se masturba con deliberado frenesí, gimiendo de placer a cada embate de sus deditos, que penetran en su sexo con total libertad. -Aaaahhh…ahhh…ahhhmmmmhh…ohhh…que gustooo…que buenoo…ahhh…- jadea la mujer, con los ojos cerrados, metiéndose los dedos cada vez más rápido y más adentro, sintiéndolos mojados y calientes, como mojado y caliente está su sexo hambriento. Pronto, la excitada madre se corre, llenándose los dedos con sus propios jugos. -Oh…me he corrido de nuevo…¿no voy a parar nunca?- se dice a sí misma, con los ojos ...
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