Mi marido me hizo probar a otro hombre
Fecha: 15/11/2019,
Categorías:
Confesiones
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
Por primera vez en mi vida, me atrevo a contarles una situación que me está pasando desde muy poco tiempo atrás y que ha cambiado mi vida, haciéndola menos monótona y dándole más gusto a la misma en el aspecto sexual y porqué no decirlo, en todo sentido, porque ahora me he vuelto más alegre y extrovertida que antes. En parte, esta nueva situación se la debo a mi esposo, porque me enseñó cómo disfrutar del sexo con él, pero necesitaba un aliciente y se lo di por una sola vez, pero sin él saberlo, yo he continuado por mi cuenta haciendo algo que prometimos hacerlo una noche.
Me llamo Albi, soy una mujer casada de 44 años, de color trigueño, baja de estatura aunque no tanto, pero esto se recompensa porque la verdad, sin falsa modestia, me conservo demasiado bien, sin celulitis ni nada por el estilo. Tengo un busto normal, de caderas anchas, nalgas bien paraditas a pesar de mi edad y mis piernas conservan la misma piel sin manchas. Reconozco que los hombres me miran bastante, más si uso ropa apropiada para la situación, cuando quiero ser deseada, como nos ocurre a todas las mujeres.
En veinte años de casada con mi esposo Rodrigo, que es un año mayor que mí, nunca le había sido infiel, salvo algunas veces en la imaginación y cuando algún hombre guapo me molestaba, a pesar que él si me engañó muchas veces, yo nunca intenté vengarme. Solamente una vez cuando un ex enamorado, conociendo que nos habíamos separado por causas de su infidelidad, me invitó a la playa a comer un ...
... ceviche en un bar, fuimos en su carro y ya en la mesa se me volvió a declarar. Quizás por las iras que sentía estuve a punto de aceptarle su insinuación de irnos a un motel, pero a última hora pensé en las consecuencias y lo dejé con las ganas.
Desde inicios de este año, mi marido empezó a entrar a internet y encontró esta página de todorelatos. Una noche llegó del trabajo y todo ardiente me pidió que nos tomáramos un vino en el balcón de la casa. Sugirió que me ponga muy sexi como a él le gusta (le fascina verme con falditas mini e hilo dental). Le dí gusto como siempre lo hago para que se sienta bien y yo también. Ya en el balcón, me senté frente a él y empezamos a hablar de todo. Al calor de los tragos (yo casi nunca bebía más de una copa), me contó que había encontrado en internet casos de mujeres infieles e intercambios de parejas.
La verdad es que me interesó y le dije que me contara todo. Conforme me contaba los relatos, inexplicablemente sentí que me mojaba y cada rato iba al baño con algún pretexto, pero era para lavarme mi parte íntima totalmente empapada. Mi sorpresa era enorme al sentir que cuando hablaba de mujeres que nunca habían tenido una experiencia extramarital y tenían sexo con otros hombres, me producía tal excitación que aún es difícil entender, incluso me imaginaba en el lugar de ellas y sentí que tuve un orgasmo tan bonito que parece que él se dio cuenta. A la tercera noche de estos juegos de relatos, empecé a interesarme más en ellos. Una noche, mi ...