Sofía Ardiente Volcancito, Cap. 3.
Fecha: 19/11/2019,
Categorías:
Sexo con Maduras
Autor: sexigaleno, Fuente: SexoSinTabues
Un fin de semana llegó don José de trabajar como de costumbre, y vio a Sofía que estaba en su pequeña recamara semi-dormida, así lo aprecio él en ese momento, pero una de sus manitas estaba entretenida entre el bikini y la piel de esa doncellita, y la dejo hacer, él con mucho sigilo y cuidado fue por una silla sin hacer el más mínimo ruido y se sentó cómodamente a observar, desde el umbral de la puerta que estaba abierta, como la pequeña Sofía se daba a masturbarse de una manera muy delicada, pasando sus deditos por toda su rayita, a veces encima de la panty y otras entre la piel y esta, de lejos don José observaba esos movimientos que lo tenían al borde de la desesperación, pero el a su buen juicio se embelesaba de ver ese cuadro erótico que ella le proporcionaba sin darse cuenta, y observó de lejos como una leve machita en el puente de la panty, se iba agrandando a cada instante hasta tomar una humedad enorme, don José saco su miembro y se comenzó a dar una buena masturbada la cual no duró mucho, ya que se vació casi al instante por lo que veía y escuchaba de esos gemiditos entrecortados que anunciaba Sofía, en sus orgasmitos intensos, una vez terminada esa acción su manita fue directo a la nariz y boca de ella, quien aspiraba su propio aromita y a la vez saboreaba sus fluidos que impregnados en su mano lengüeteaba eróticamente, hasta que levantó su cabeza y vio a don José sentado en ese umbral de la puerta de su recamara. S. - - ¡¡¡Don José!!!, ¿qué hace allí?, ya me ...
... cacho haciéndome mis “cositas privadas”. J. - - Que bárbara Sofía, ¡qué hermosa te ves haciéndote esa cositas! S. - - Ay don José, me da pena que me haya visto así, no lo escuché llegar, ¿a poco vio todo? J. - - Claro que vi todo mi amor, ¡qué bonito haces ese cuerpito cuando te estás tocando! S. - - Ay don José qué pena que me haya cachado así, pero es que tenía ganitas de tocarme un poquito, ¡pero lo hice pensando en esa cosota que le cuelga a usted! J. - - ¿A, poco te gusta mucho mi pequeño pene? S. - - ¿A pa´ pequeño? sí parece un culebrón de grande y grueso. J. - - Bueno ya deja de morbosear con mi pene, ¿haber deja verte cómo estás de mojadita? S. - - Ay don José, haber acérquese ¡mire como estoy!, empapadita de mi puchita, ¿cómo va a estar? J. - - Uy que rica se ve toda mojadita, haber déjame probar los juguitos, mmmm, que ricos. S. - - Ya don José, no vaya a venir su sobrina, que no se ha ido aún a su maestría, fue a comprar a la papelería, no dilata en regresar. J. - - Ah, no me dijiste nada, de que no se había ido, pero ven, vamos a mí recamara, y nos encerramos, mientras llega y nos hacemos “cositas”, ¡vente! S. - - Ah, bueno pero tantito nada más no nos vaya a sorprender haciéndonos “esas cositas”. Ya una vez dentro de la recamara de don José, inmediatamente la tiro en la cama, le despojó de ese bikini mojadito y le dio lengua un buen rato hasta dejar seco ese caudaloso elixir que manaba jugos vaginales de niña, los cuales absorbió golosamente, para después subirse en ...