Mi primo Carlo y Yo -Tercera Parte- - Relatos Eróticos

Mi primo Carlo y Yo -Tercera Parte-

Nuestra tercera experiencia fue maravillosa y con cosas nuevas…

El domingo en casa de la abuela, me sugirió que empezara a ir al gimnasio para tonificar mi cuerpo, yo por supuesto que acepte. El lunes lo acompañe al gimnasio, ahí me presento a Mario, un muchacho de muy buen ver, tez blanca, de 1.80, pelo rubio, ojos color miel y unos musculos espectaculares… Me conto que Mario era famoso en el gym, porque cada mujer que lo contrataba, el le daba una culiada que no se les olvidaba. Desde el momento en que me lo dijo, sabia que algo nuevo iba a pasar tarde o temprano.

Y en lo que sucedia algo con Mario, la segunda posada estaba a la vuelta de la esquina, le dije a Carlos por chat, que el próximo jueves seria nuestro tercer encuentro, el me contesto que “me preparara para algo no iba a poder olvidar”, desde que me lei eso, no aguantaba esperar hasta el jueves… Por fin llego el dia de la posada del restaurant de mi mama, pero ahora seria mejor, ya que mis padres se quedarían a dormir en la capital, que esta a 40 minutos de donde vivimos, y regresarían hasta medio dia después… Llego Carlos con su mochila, pero se observaba mas abultada y pesada, le pregunte “que traes ahí?”, me respondió, “sube y veras”. Ya en mi cuarto vacio su mochila, salieron de ella, una caja de condones de sabores, 5 películas porno gay, una mascada negra, unas sogas, chocolate y un frasco con fresas. Le dije “con que empezamos?” me respondió “me gustaría empezar con las películas”… Acepte y pusimos ...

... una película, no recuerdo el titulo, porque apenas la puse en el dvd, Carlo ya me había puesto de a perro y lubricado mis nalgas, otra vez tuve esa sensación al momento de que me penetro, centímetro a centímetro goce su entrada, y al compas de los actores en la película me culiaba, tan rápido y fuerte, como tan lento y suave…

Me daba nalgadas, me besaba la espalda, me masturbaba mi verga, etc… todo mientras me desgarraba mi culo… Yo era su títere, obedecía cada indicación que el me ordenaba, me gritaba cosas sucias como “gózalo perra”, “ábrete mas para metértela mas rico”, o “aprieta y siente como te culeo”, yo estaba gozando mas que en las 2 ocasiones pasadas, ya era un adicto de su vergon, y a su manera de cogerme. Al tiempo me indico que ya iba a derramar su leche en mi, le dije que ahora quería que acabara en mi estomago, asi lo hizo y un mar blanco se veía en mi, yo me masturbe y también acabe en mi estomago, era increíble ver tanta leche sobre mi, Carlos me la quito con un trapo y me dijo, “ahora te toca culiarme a mi”. Yo tome la mascada y se la coloque en los ojos, y con las sogas le amarre las muñecas a la cabecera de la cama, recorri todo su cuerpo con mi verga erecta, toque la suya y la acaricie, junte las verga y las masturbe al mismo tiempo, el solo decía “sigue, sigue”, me le subi a su marcadísimo abdomen, y le puse mi verga en su cara para que la buscara… La recorri por sus ojos, nariz, hasta llegar a la boca donde, con un gran apetito, me la mamo lentamente, ...