1. NUESTRA MAYOR PERVERSIÓN ES UN SECRETO (Parte 2)


    Fecha: 23/11/2019, Categorías: Lesbianas Autor: gonzo00, Fuente: RelatosEróticos

    ... si se acercaba le daba de mamar de mis tetas, su boca se notaba ansiosa, salivaba dispuesta a beber de mis pechos, le excitaba hasta conmocionarse el solo pensar que le dejaría tomar la leche directamente de mis pechos.
    
    Deliberadamente, la jovencita se puso tierna, bajó la cabeza y mirándome de reojo como una niña boba; tomó con ambas manos una de sus tetas, con una mano tenso la piel de su seno hacia arriba hasta que su pezón se elevó, con la otra mano tomó su pecho por debajo y lo condujo directo a su boca, y aun mirándome como me miraba se la metió a la boca, introduciéndose hasta adentro y lo más que podía toda su teta, su pezón y su aureola se perdieron dentro de su boca y se dio a sí misma una buena chupada, luego, dejando su teta dentro de su boca con más ganas apretó su pecho por los costados con ambas manos, como si estuviera exprimiendo una naranja para sacarle todo su jugo. Y luego de que toda su teta se perdiera entre su boca y sus manos dio por finalizada aquella mamada dejando libre su enrojecido pecho. Juntó sus senos en medio con sus pezones despuntados y con los dedos de una mano empezó a remover uno de sus pezones para volverme a mirar.
    
    Yo le pedí que se acercara y le dije que le daba de mamar de mis tetas, pues se lo había ganado después de haberme excitado tanto, ella empezó a acercarse, aun jugaba con sus tetas y eso me gustaba porque sus pezones siempre despuntaban hacia adelante como sea que ella manejara sus pechos, eran unas tetas tan redondas ...
    ... que apenas cabían en sus manos y sus pezones salían de entre sus dedos. Ella ya se me acercaba a paso lento, mirándome como una loba hambrienta; hambrienta y sedienta porque se iba a comer mis tetas, yo iba a dárselas, con todo y leche, pero no sin antes probar de las suyas, aun cuando no tuvieran leche que ofrecerme. Y fue así que cuando ya la tuve a mi alcance, le tomé una de sus tetas con la mano, con la otra lleve su melena tras su hombro para que no me estorbara, y sintiendo el peso de su pecho sobre mi mano, me agache lo suficiente para ponerme a lamer. Como mi mano tomaba su pecho por debajo dirigí su pezón hacia mi boca, y como sus pezones siempre despuntaban hacia afuera, no tuve problema en tener totalmente despejado y liso todo el rededor, en la primera lamida sentí su pezón salido aplastándose sobre mi lengua, totalmente entregado a mi lengua su pezón se dejaba hacer a voluntad, una lamida tras otra y su delicioso pezón ya era mío, apretaba su pecho por los costados y a la vez le hacía lamidas tan intensas que sentía incluso la piel de su aureola al contacto de mi lengua, esa teta era agradable, mi boca no se cansaba de lamer encima, no se cansaba de venir una y otra vez sobre su ligero pezón. Apreté más su pecho por los costados con mis dedos y su pezón salió hacia el centro de mi lengua como una protuberancia, aproveché para lamer su rico pezón por debajo llevándolo hacia arriba y estaba tan sobresalido ese pezón que podía manejarlo con la punta de mi lengua y ...