1. Viaje de estudios


    Fecha: 26/11/2019, Categorías: Gays Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    Creo que fue a los doce años cuando me masturbé por primera vez y lo que si recuerdo es que fue pensando en un chico. Mi nombre es Javi. Ya había tenido antes erecciones, pero no fue hasta empezar a pensar en aquel chico cuando mis toqueteos dieron lugar a la primera eyaculación de mi vida.
    
    El chico en cuestión era un primo que hacia tiempo que no veía y pasaba ese verano con su familia junto a la mía, era guapísimo, pero mis miradas de enamorado, porque me acabé colando por él, no tuvieron ninguna respuesta por su parte. Tampoco me atreví nunca a decirle nada.
    
    A partir de entonces y ya con trece años cumplidos me empecé a fijar en otros chicos, normalmente de mi colegio. Algún compañero de clase o de las clases de al lado robaba mis pensamientos nocturnos y me provocaba tremendas erecciones que aliviaba con pajas cada vez mas frecuentes, siempre con una absurda culpa cuando acababa, como si estuviese haciendo algo malo cuando se trataba del acto mas natural del mundo.
    
    Ese año en mi clase había dos repetidores que se sentaban detrás de mi, uno moreno, fuerte incluso aparentaba algún kilo de mas se llamaba Mario, el otro rubio, delgado pero con brazos fuertes y ojos penetrantes que se llamaba Cesar. A pesar de sus catorce años eran chicos bastante fuertes porque practicaban remo. Especialmente marcados estaban sus brazos y el tener un año más que yo hacía que me intimidasen solo con mirarme.
    
    Ellos notaron esa intimidación desde el primer día y empezaron a meterse ...
    ... conmigo, a gastarme alguna broma pesada que a mí no me hacía gracia. Afortunadamente no era yo su único objetivo aunque mi carácter introvertido no ayudó a que me dejasen en paz. No es que fuesen violentos ni nada así, se trataba de bromas de dos adolescentes chulitos que nos superaban en edad al resto.
    
    En una ocasión me cogieron las llaves de casa y cuando intenté recuperarlas Cesar me agarró el brazo y me puso contra la pared haciéndome daño, cuando protesté solo me dijo: – las llaves te las doy cuando me de la gana y no vuelvas a llevarme la contraria nunca mas.
    
    A pesar de que me asustó un poco, cuando llegué a casa me excité recordando la situación de estar inmovilizado por Cesar y acabé masturbándome pensando en él.
    
    En otra ocasión cuando se metió conmigo le contesté y empezó a perseguirme hasta mi casa. No me pilló pero mas tarde deseé que lo hubiese hecho y me masturbé pensando en lo que me habría hecho de haberme pillado.
    
    Tampoco era muy consciente de lo que quería, en realidad mis fantasías casi se limitaban a estar entre sus brazos, que me tocase y me masturbase.
    
    El curso fue pasando entre bromas de Mario y Cesar y fantasías mías hasta llegar el viaje de estudios que incluía noches en Madrid, Córdoba y Sevilla.
    
    Yo no tenía demasiados amigos, era mas bien solitario y me preocupaba un poco con quien me iba a tocar dormir. Las dos primeras noches eran en Madrid, en habitaciones dobles que se repartieron los demás, tocándome con un chico con el que me ...
«1234...»