1. Viaje al Pasado (Capítulo 3)


    Fecha: 30/11/2019, Categorías: Incesto Autor: andrewotero, Fuente: CuentoRelatos

    ... un momento, mi miembro de verla moverse estás casi en todo su potencial, cada minuto que pasaba me daban más ganas de hacerla mía.
    
    Estoy seguro que en más de una ocasión ella sintió el roce de mi miembro en su cuerpo.
    
    Las miradas coquetas no paraban, mucho más al sabor de unas cuantas copas más.
    
    Estábamos sudados y colorados de tanto bailar. Verla así me excitaba mucho más, la blusa se pegaba a su cuerpo, y me permitía ver sus deliciosos senos, con los pezones muy en punta. Los besos no paraban entre los dos y cada ve eran más apasionados.
    
    Ya era muy tarde y debía dejarla en casa, así que salimos, subimos al carro y ahí nos quedamos besándonos por un muy largo rato, pero esta vez la caricia fueron un tanto atrevidas, mis manos recorrían su cuerpo, desde su cuello hasta sus piernas. Sofía hacia lo mismo conmigo.
    
    —Te quiero tanto, me decía.
    
    —Y yo a ti, entre besos le decía, incluso creo que me estoy enamorando perdidamente de ti.
    
    —¿Hablas en serio? Me decía
    
    —Quiero estar contigo le dije
    
    —Ya estás conmigo me contesto
    
    —Quiero estar contigo a solas en un lugar privado, le respondí
    
    —¿Y para qué? Me dijo
    
    —Para hacerte mía y yo ser tuyo, para demostrarte lo que significas para mí, no quiero tener sexo contigo, quiero ...
    ... hacerte el amor
    
    —Hace mucho pero mucho tiempo que no estoy con un hombre, y tú has despertado mis deseos, yo también quiero estar contigo. Termino diciendo
    
    —Vamos
    
    A pesar de las ganas que tenía de estar con Sofía, ella no era mujer de llevarla a un motel, a pesar de todo era mi madre, y muy pronto sería mi mujer. Así que decidí llevarla a un hotel, u hotel de lujo el más lujosos que conocía en esa ciudad.
    
    Mientras íbamos en el coche, mi mano acariciaba su pierna y de vez en cuando se acercaba a su entrepierna, y luego bajaba nuevamente. Mientras su mano estaba sobre la mía, Sofía estaba excitada, se le notaba, ella sólo quería sentirme como hombre. Y yo quería sentirla como mujer.
    
    Llegamos al hotel, y nos registramos como pareja, el hotel muy lujoso y muy caro, tenía piscina, sauna, muy elegante.
    
    Entramos en la habitación cogidos de la mano. La llevaba con orgullo, como diciendo “está es mi mujer”. Muy pronto lo sería.
    
    Había una sola cama matrimonial en el centro, un pequeño refrigerador con bebidas, un escritorio, una televisión que jamás prenderíamos, y un baño muy grande con puertas de vidrio.
    
    Ni bien cerramos la puerta la abracé por detrás y le dije
    
    —Desde hoy serás mía, y de nadie más por siempre.
    
    —Ya los soy, me contesto. 
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