Mi sobrina de 5 - Relatos Eróticos

Mi sobrina de 5

... los sollozos pasaron a ser gemiditos que se acompasaban con los golpes de mis huevos contra su caderita. Le di la vuelta y la empecé a follar a lo perrito cuando le dije: "¿A la perrita buena le gusta esto?, le gusta que su tito estampe sus bolitas y la haga gemir, que perrita tan buena; dime ¿quieres que te dé lechita para perritas buenas?" "S-s-si, quiero lechita, soy una buena perrita, quiero ver que tus bolitas están contentas por como les doy amor tito, ¿me darás lechita?"- decia entre gemidos cuando noté que alargó una mano para agarrarme los huevos y acariciarlos. Seguí con mis embestidas durante un rato y entonces ocurrió lo inevitable, me queria correr y le prometí que le daria lechita. Salí de ella, me leventé y me la machaqué mientras ella chupaba un huevo como toda una experta; le dije que abriera la boca, que ahora le daria lechita fresca. Un par de sacudidas y de mi polla empezaron a salir varios chorros de espesa y blanca leche para mi pequeña, ella tenia una cara de excitación y satisfacción completa que iba desapareciendo debajo del semen fresco. Respiré profundamente y me fijé en mi obra de arte; tenia a mi pequeña sobrina Eli con la vagina abierta aun, la cara cubierta de espesa leche y su lengua y boca llenas tambien de semen. La vi ...

... cogiendo toda la que podia y tragandosela con entusiasmo cuando me dijo: "Que leche tan rara, es buena pero no sabe a leche. Tito, ¿me darás más?- mientras volvia a agarrar mi polla que no disminuyó de tamaño por las semanas de inactividad. Miré el reloj y aun me quedaban 50 minutos. Empezamos con un 69 que le enseñé a hacer, estuvimos 40 minutos más probando cosas y posturas cuando le dije que parara, que nos duchasemos rapido los dos y le daria lechita en la ducha, ella aceptó. Entramos y antes de lavarnos le dije que ahora venia la leche; se la dejé agarrar y le dije como machacarla y se la puso en la boca mientras la pajeaba y estrujaba las bolas; de repenté me corrí, pero esta corrida fue más fuerte que la anterior, vi semen escurrise por sus labios y como lo recogió con una mano; dijo "Tito, ahora le doy otra vez las gracias a las bolitas, je je. " agarró la manita llena de leche y la untó por mis pelotas y seguido se puso a lamerlas hasta dejarlas todas limpias. Nos duchamos, la vestí y le conté que lo que acabamos de hacer no lo debia hablar con nadie, que era nuestro secreto; ella asintió con sonrisa pícara. Gracias por leer mi primer relato, espero que haya sido de agrado y pronto intentaré escribir más si ocurren más hechos parecidos. Un saludo.