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Como llegué a ser gay: primera parte.
Fecha: 04/12/2019, Categorías: Gays Autor: elalcalde, Fuente: SexoSinTabues
Tardé un poco en mamar la primera. A mi me gustaban los cuerpos femeninos de las travestis y el poder encularlas (todas tenían un culo muy apetecible), pero me negaba a probar más allá. Con paciencia y con saliva se la metió el elefante a la hormiga. A base de pedírmelo, me empezó a entrar la curiosidad. Y probé con una travesti canaria muy dulce que la tenía bastante pequeña. Sentirla crecer en mi boca me gustó. Fue lo primero que me gustó. Pero en cuanto la tuvo dura, me dijo que por qué no la dejaba metérmela. La dejé un par de meses después. Me alegré de dejar que fuese ella la primera: era muy cariñosa y me estuvo preparando el culo con caricias y con sus dedos durante quince minutos. Hablaba, me besaba. y me sobaba una y otra vez mi agujero para dilatarlo. Como la tenía tan pequeña (corta y delgada), apenas distinguí que lo que estaba entrando esta vez era su polla en lugar de su dedo. Hombre, algo sospeché porque notaba sus manos sujetando mis caderas y acariciando mis muslos mientras musitaba un "Ya entra, ya entra, ya entró, ya está. ". Se quedó un rato apretada contra mi culo mientras me acariciaba la espalda, el cuello, el pelo. - ¿Estás bien? - Sí. - ¿Te duele? - No. - Pues vamos allá. Me dolió un poquito, muy poco, cuando empezó a salir y a entrar rítmicamente. Al rato, ya le había encontrado yo el gusto a ese roce en mi interior. Mi culo estaba suficientemente dilatado para su polla, que entraba y salía sin problemas, dándome un placer nuevo. Cuando me dio la ...
... vuelta y me puso boca arriba, mis tobillos en sus hombros, y volvió a entrar, el placer ya pasó a un nivel superior. Y cuando me empezó a masturbar mientras me follaba, no tarde ni dos minutos en correrme en su mano como un adolescente. Fue un chorro de leche largo mientras mi cuerpo se convulsionaba como nunca antes lo había hecho en un orgasmo. Sonrió y aceleró un poco el ritmo. Tampoco tardó en correrse apretada contra mí. Al cabo de un rato, sacó su polla y me mostró la leche que estaba contenida en el condón. También había sido una buena lechada. A partir de ese día, todas las veces que quedaba con ella la dejaba que me follase. Con otras travestis, no. Seguía haciéndome el estrecho. Hasta que me tropecé con Roberta, una brasileña de 1,80, preciosa de cuerpo y de cara. La dije que era activo, pero en cuanto me acarició el culo me caló como pasivo. Ya en la primera cita me dijo que estaba segura de que me gustaría. y me dijo que me pusiera a cuatro. No me lo ordenó, sino que me lo pidió de una forma tan sencilla y dulce que solamente la pude decir que no me hiciera daño. No me lo hizo. Ni un poquito. Y eso que su polla, delgada cuando estaba fláccida, cogió unas dimensiones bastante buenas. Estando a cuatro patas, su mano consiguió masturbarme mientras me follaba y me hizo correrme. Ella también lo hizo y, como la anterior, me mostró el condón con su leche. Pensé que se había acabado la sesión, pero me dijo que no, que quedaba la segunda parte. Me acompañó al baño y nos ...