1. La posesión de mi esposa (1)


    Fecha: 13/09/2017, Categorías: Incesto Autor: Benegas12, Fuente: CuentoRelatos

    ... tan intensa relación sexual. Su cuerpo estaba normal, las sabanas intactas, solo ella, cuando abrió sus ojos, me dijo que nunca se había sentido tan cansada como en ese momento, y comenzó a relatarme el sueño sexual que había tendió, el cual yo sabía que era totalmente real.
    
    Tiritaba como si la temperatura fuese bajo cero, pero era calor lo que hacía, su cuerpo sudaba en forma abundante mientras me contaba, su supuesto sueño.
    
    Tuve sexo con el hombre más atractivo y potente que se pueda imaginar, su cuerpo era la perfección, sus músculos me envolvieron de tal manera que sentí el placer sexual más intenso de mi vida. La desnudez de los dos, su boca besándome, sus manos acariciando mis pechos hasta sentir que mis pezones reventaban de placer. Fue entonces cuando sentí apoyado en mí un pene descomunal y hermoso a la vez, con una dureza extrema que me hizo sentir un deseo inmenso de ser penetrada. Antes de eso, fui succionada en los pezones, en el vientre, y en ambos hoyos, ano y vagina por una lengua maravillosa, y después si, sentir mi humedad penetrada, mi piel y mis músculos vaginales estirarse al máximo para recibir a ese hombre único.
    
    Me cogió como ni vos podes mi amor, con violencia pero con cuidado a la vez, y en corto tiempo sentí venir mi más hermoso orgasmo, completado por la descarga de su líquido seminal, que invadió todo mi cuerpo.
    
    Solo ese gusto a poco, solo esas ganas de más, superaron mi placer sexual. Me quedaron pendientes, el sentirme preñada de ...
    ... ese macho, y el poder sentir con mi boca, su gusto y su forma.
    
    Casi sin pensarlo, mi esposa en esos momentos, se encargaba de volver a convocar a ese ser, una vez más, hasta convertirlo en su obsesión.
    
    La alce en mis brazos notando su debilidad, y la lleve a la bañera para intentar su recuperación. Hoy no trabajare, no tengo energías ni para vestirme, me dijo.
    
    Quiero estar contigo todo el día en la cama, desnudos acariciándonos.
    
    La bañe como se baña a un bebe, recorriendo su cuerpo de hembra que había recibido ese placer sobrenatural. La sensibilidad de los pezones era tal, que no soportaba ni el paso del jabón, y su vagina cubierta por escaso vello, aparecía como muy dilatada y ahora si chorreando ese espeso flujo que el ser eyaculo. Ella no noto nada de eso, su estado de éxtasis consciente continuaba.
    
    La seque, y se acostó, me desnude completamente y la abrace todo lo que pude. Ella intento sentir atracción por mí de todas maneras, chupo mi pene, mis tetillas, pero nada de eso le dio ganas de tenerme. Perdona amor, estoy como saturada de hombre me dijo.
    
    Así transcurrió el resto del día, ella como sedada, en mis brazos, yo tratando de entender su hice lo correcto, entregándola a ese demonio.
    
    A eso de las nueve de la noche, su aspecto cambio notoriamente. Se levantó por sus propios medios, sin decirme nada y puso rumbo al baño.
    
    A su regreso, su entrepierna lucia totalmente depilada, algo que ella hasta allí no contemplaba, su cuerpo estaba cubierto por ...