1. Mi primera cogida como travesti


    Fecha: 13/09/2017, Categorías: Erotismo y Amor Autor: ClaudiaZorra, Fuente: CuentoRelatos

    ... cogiera más fuerte y así lo hizo, cada vez me jalaba más y más hacía su cuerpo sudoroso…sentía como una lanza dura atravesando mi cuerpo…ya hubiese querido que salga por mi bocaJ No sé cuánto tipo duró eso, no me importaba…podría quedarme toda la noche; pero no fue así; más bien, él me preguntó “¿cara, culo o boca”? – es decir, dónde quería recibir su esperma. Pensé rápidamente: mi boca y culo ya lo gozaron, ahora me falta mi tercer deseo: un facial….”¡cara!” grité….Giré rápidamente hasta ponerme de rodillas frente a él… o sí, lo quería en mi cara, toda su leche caliente…su verga apuntaba directamente hacia mi cara…nuevamente cerré los ojos mientras escuchaba el sonido de su piel frotando sus manos…, mi boca ligeramente abierta…”dámelo, dámelo, dámelo” pensé…Y pasó! …de pronto sentí el impacto de un chorro fuerte de semen en mi cara…denso, caliente, casi gelatinoso, con ese olor característico…Frank era todo un semental…su leche seguía saliendo…”oh my fucking god…es un hombre o un caballo?”….no sé exactamente cuánto pero calculo un poco más de media taza de semen bañó mi cara…Abrí los ojos y sentía las gotas entre mis pestañas y luego esparcirse hacía mis mejillas…yo estaba en tal absoluto éxtasis que agarré su verga, aún dura y empecé a sobarla sobre mi cara, como si fuera un pincel, ...
    ... esparciendo su esperma por todos lados. Y aunque luego me hizo pensar un poco, en ese momento de éxtasis no pude evitar agarrar su verga bañada en semen y metérmela en la boca hasta dejarla completamente limpia.
    
    Al final de la noche, y todavía con leche en la cara, Frank me llevó de regreso a casa. No sería la última vez que nos encontraríamos (ni cogeríamos!).
    
    Luego de esa experiencia honestamente empecé a AMAR el ser un crossdresser/travesti: no solamente conseguía el placer sexual que jamás había imaginado, sino además descubrí el “poder” que tenía sobre los hombres…podía manejarlos a mis anchas, ellos piensan que yo los complazco pero es al contrario, ellos me complacen. Además esa experiencia marcó mi identificación como Claudia la puta, la zorra, la prostituta. Me ENCANTABA serlo! Nunca me he vestido como una “dama”—solo como una perra, y eso me complace sexualmente como no te imaginas. Luego de esa noche también le perdí el miedo a las “invitaciones”— quería verga cada vez más seguido; aquel año no dejé pasar ni un solo sábado sin ir al night club – ya sea solo para exhibirme en mi atuendo de puta, o para dar pajazos en alguna esquina o el baño, no me importaba, incluso más de una vez me dejé coger en los baños. Efectivamente, me estaba transformando en una verdadera puta. Y me encantaba. 
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