1. Cómo me penetró el padre de mi amiga Esther


    Fecha: 16/12/2019, Categorías: Incesto Autor: Margaryt, Fuente: CuentoRelatos

    ... contenerme, perdóname.
    
    No dijo nada más, solo sentí sus manos agarrándome por la cintura, al tiempo que sentí en mis carnes como, ¡de un solo "puntazo"!, me metió la polla hasta las entrañas, me dolió... me costaba creer que con su edad se pudiera mover con tal intensidad, ¡qué barbaridad!, sentía yo como mi sexo se me salía y entraba de nuevo en mí, haciendo sonidos como de ventosa que sonaban como eco en todo el aseo; ¡qué bárbaro!
    
    Me la sacó, me chupó el ano; me mordió los cachetes, ¡me escupió repetidas veces en el ano!, y me la metió por detrás, ¡sin miramiento!, ¡me dolía el culo!, y me gustaba que me lo abriera. Al poco de moverla dentro de "mi ojo trasero", mi culo se dilató tanto que el músculo de mi ano "abrió la puerta" y su polla entraba y salía de mí, ¡cómo le daba la gana!; un sonido húmedo, como de pisar charcos, hacia mi culo por todo el aseo, unnnn que excitación saber que ese ruido lo hacia mi ojete totalmente abierto por don Arturo, mi coño se corrió cuatro veces mientras él "galopaba mi ano". El flujo empapaba mis muslos. Don Arturo me la sacó, me cogió por la melena haciendo que me diera la vuelta y como un animal se la meneó frente a mi enrojecido y sudado rostro. ¡Ni se le veía la polla por la velocidad con la que se la movía! Su rostro, visto desde ...
    ... abajo, era el de un hombre triunfador, dominador y que había enterrado sus prejuicios…
    
    Se corrió con varios chorreones espesos que se estrellaron en mi cara y en mi pelo. Colgaban restos espesos de su semen en mi cabellera, mi rostro estaba impregnado de su corrida y mi nariz hizo pompas con su semen al respirar; mis párpados se pegaban y mi visión se nubló.
    
    Después de ese día nos vimos cuatro veces, dos en su casa de la playa y otras dos en un hotel, ¡me follaba como quería!, yo me tragaba su leche y, desde la segunda vez se corría dentro de mi chocho, llenándome... tras la espera tensa de una prueba de embarazo, que salió negativa, nos dejamos de ver: él se lo había prometido a si mismo si salíamos "de esa". Ahora, cuando nos vemos, sigo viendo el deseo él, a mí en cambio ya se me ha pasado, después de muchas otras experiencias con hombres y, con mujeres principalmente, he perdido aquel deseo imperioso por él, aunque aún me parece muy atractivo.
    
    Es uno de los padres de mis amigas a los que me he tirado, no es el único, pero quizás es uno de los que más dolor y placer me acusó al mismo tiempo. Cuando recuerdo aquel primer día con don Arturo y recuerdo el dolor en mi ano, al recordarlo; mí músculo anal se me dilata involuntariamente unos segundos.
    
    (C) {Margaryt} septiembre 2017 
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