PAGANDO UNA APUESTA - Relatos Eróticos

PAGANDO UNA APUESTA

... venas, con una cabeza sobresaliente y un poco roja, con cuidado y con dificultad le empecé a poner un condón no era de los que común mente usaba, este según era talla extra, así lo pedí en la farmacia, cuando lo hacía, me miro y me dijo: Entiendo que te cuides mami, pero puedes meterlo al natural, no he mojado ninguna panocha desde hace años, porque no hay una que me aguante y menos un culo, pero como tú quieras, no obstante sus recomendaciones termine de ponerle el condón, saque mi lubricante de sabor a frutas, y me puse una cantidad generosa en el culo, también empecé a untárselo en la verga con el condón puesto, se veía tan rica, que no me pude contener y lo volví a meter en mi boca, el sabor a frutas lo hacía más irresistible de mamar, y casi hago que se derramara, me tuvo que detener de muevo sujetándome de la cabeza, me incorpore sabiendo que estaba listo, volví a untarme lubricante, y puse la punta de su verga en la entrada de mi ano, me empecé a sentar poco a poco, la cabeza dolió, y mientras bajaba, sentía como abría mi culo, como si lo estuviera partiendo a la mitad, me mordí los labios, para no gritar del dolor y me preguntaba hasta cuando llegaría a la base, sentí un dolor agudo en mi ano, y me detuve, estuve a punto de salirme y renunciar, pero empecé a respirar rápido y seguí bajando hasta que por fin toque con mis nalgas su pubis, me volví a untar lubricante, y empecé a mover mis caderas en círculos sin sacar un milímetro de esa enorme tranca de carne, así ...

... estuve un par de minutos, después empecé a subir despacio sin ni siquiera llegar a la mitad, y después bajar hasta volver a topar con su vientre de macho, asiii, asiiii despacio, pensaba en mis adentros, hasta que mis pensamientos se hicieron frases fuertes que mi macho escucho, asiiii asiii haaayy despacio que vergotaaa papacito, que enorme estas, pareces burro, haaay haaay que cogida me estás dando me vas a dejar el culo bien abierto papi, haaaa haaa. asiiiii asiiiii Ya para ese entonces subía más de la mitad de su pene y me dejaba caer por completo, se empezaban a escuchar los clásicos sonidos como aplausos cuando chocaban mis nalgas con su vientre, mientras yo seguía dándome de sentones, él pellizcaba mis tetillas, y proyectaba las palmas de sus manos en mis nalgas hasta dejármelas enrojecidas, en eso instante me movía de manera frenética, y el también empezaba a empujar su pelvis hacia arriba y delante, ambos estábamos muy excitados ya, voltee a ver a Jaime y lo vi sobándose la verga por encima del pantalón, según él vigilando. Genaro empezó a decirme cosas al tiempo que me nalgueaba, ¡Que rica puta eres!, La verdad no creí jamás que alguien gozara con mi verga, la única vez que la pude meter fue con una puta que me cobro doble porque me dijo que la lastime, pero como no duro mucho, no sentí así de rico, te mueves mejor que una puta ¿Te gusta mi verga? ¿Ya no te duele mami? . - Siii si me duele, pero me gusta que me duela se siente ricoo, entre más me muevo más rico siento y ...