Mi esposa no es tan santita - Relatos Eróticos

Mi esposa no es tan santita

... cuenta, no me dejes pagar a mí como detalle de cortesía hacia nosotros. Mi esposa no se dio cuenta de esta situación yo creo que más que nada entre lo mareadita que estaba se estaba imaginando ya el momento que viviríamos. Ya de regreso le pedí su número telefónico simulando, - pues yo ya lo tenía – Todo estaba saliendo según lo planeado, nos hospedamos y esperamos entre 15 y 20 minutos ya en la habitación que a mí se me hicieron mucho más tiempo estaba muy excitado, mientras le preguntaba a mi esposa que le había parecido el tipo y me dijo que no le era desagradable y yo la veía emocionada y también dijo – Estamos locos - y después de ese tiempo tocaron la puerta era él, entro rápidamente y saco una caja de condones, un lubricante y un pequeño enjuague listerine. Ya adentro el pregunto: -- Tenemos algo más de que platicar Ella: para nadaaa Yo, extendí mi mano señalándola a ella como diciendo toda tuya!! Ella mirándome para que asintiera que todo estaba bien, cosa que hice y comenzó todo Todo comenzó cuando él comenzó a mirarla a los ojos y acariciarle su cabello enredándole en sus dedos y besándole la mejilla. RECUERDO TODO A PESAR DE LAS COPITAS!! Yo me senté un momento para ver todo porque me excitaba mucho ver como el tomaba la iniciativa y ella colaboraba, todavía vestida y de pie siguió acariciando su pelo y bajaba sus manos hasta sus nalgas sobre la ropa, la volteo y comenzó a desabrochar su vestido dejándolo caer y cuando cayo su vestido la sentó en la en la cama ...

... le quito las zapatillas y le beso sutilmente los pies – son bonitos -, ella comenzó sus expresiones de agrado ahhhh, ahhhhh y cuando ella estaba ya en ropa interior la acostó en la cama boca abajo y comenzó a darle un masaje en los hombros al mismo tiempo que se los besaba. Comenzó a quitarse la camisa y ella al darse cuenta se incorporo y le quito su cinturón y le desabrocho el pantalón como queriendo comenzar a mamarle, pero él, la volvió a acostar y termino de desvestirse quitándose los zapatos y calcetines y siguió con el masaje chupándole la espalda en posición de estar haciendo lagartijas sobre sus nalgas repegandole su verga en su colita, hasta aquí, los dos todavía tenían ropa interior pero se frotaban suavemente, mi esposa decía con unos gemidos sutiles cuando estaba boca abajo asiii, asiiii, asiii, repegala, pegala ahí!! me di cuenta que este tipo tenía una verga más grande que la mía. Que si sentí algo hasta aquí? Si, Ha sido de las experiencias más intensas de mi vida en el gusto por la adrenalina, realmente sentí varias cosas incluso celos pero a estos los vencía la intensidad de la adrenalina que se estaba generando. Acostados como estaban ella boca abajo y el en posición de estar haciendo lagartijas repagándole la verga todavía con topa interior procedió a bajarle sus pantaletas dejando al descubierto sus ricas nalgas y el también se quito su tanga y en esa misma posición boca abajo veía como le repegaba su verga, y rosándole también con sus huevos le seguia ...