La Vida es un Sueño Parte 2
Fecha: 20/12/2019,
Categorías:
Incesto
Autor: ioelmejor69, Fuente: SexoSinTabues
... estimulado, mis jugos le empapaban, mis gemidos y gritos eran frecuentes, el solo levantaba la cabeza para besar lamer y morder mis senos. Mi sueño vivido con una intensidad mayor a la imaginada. Me provoque más de dos orgasmos intensos y estaba llegando al tercero cuando mi hijo no pudo más y me dejo gozar su derrame, creo que aullé como loba al coincidir nuevamente los placeres, me derrumbe sobre de él, solo me abrazo, empecé a bostezar y ambos reímos, nos cubrimos con las toallas y fuimos a mi recamara, dormiríamos juntos y abrazados. A la mañana siguiente pensé en nuestro secreto observador y Salí hacia el baño más por costumbre que por otra cosa, lo vi al pasar por la cocina, el sr. Benjamín estaba preparando café. Estaba empezando a regular el agua cuando mi hijo me abrazo por la espalda llevando de inmediato sus manos a mis senos, no me quedo más remedio que rendirme a sus deseos. Rápidamente descubrimos nuestros cuerpos y desnudos nos metimos bajo el agua, Alberto mi hijo, de un solo movimiento, levanto un poco mi pierna derecha penetrando mi vagina por atrás, que impresión, la erección mañanera era rotunda, gigante, majestuosa, de un golpe llego al fondo de mi útero, con movimientos firmes me llevo al límite y mis orgasmos empezaron a fluir, con muy poco espacio para corresponder a sus movimientos me fui doblando ofreciendo aún más mi trasero, Alberto se afianzo a mi espalda y con sus manos fue a mis senos y empezó a repetir su divina caricia, mis pezones crecían ...
... entre sus dedos y como chispazos corría la sensación a mi clítoris, la penetración siendo tan profunda me hacía sentir totalmente llena, salió de mí y de inmediato el hueco de mi vagina comenzó a extrañarlo, giro mi cuerpo y levantándome con facilidad entre sus fuertes brazos, me dejo caer lentamente al tiempo que su herramienta entraba venciendo todos los pliegues de mi vagina, agradecí su acción con un fuerte gemido, mi clítoris choco con su pubis, me apretaba contra el tomándome de mi trasero, sus dedos rozaron la oquedad que ofrecía mi ano, esa caricia disparo orgasmos que yo no sabía que podía sentir, mi vagina apretaba y soltaba a lo largo de todo su miembro, mordí su hombro sin medir el daño que le hacía, clave mis uñas en su espalda, busque su boca y la suya me recibió igual de golosa, nos besamos tan intensamente que sentí que esa acción también me provocaba orgasmos, sentía que me licuaba entre sus brazos, no podía más y le suplique que parara, me levanto y lentamente salió de mi interior y me deposito en el suelo, pese a mi agotamiento extrañe de inmediato la presencia de su miembro, lleve mis manos a su herramienta y me arrodille para rendirle el tributo que se merecía, lamí y chupe hasta que mis mandíbulas cansadas le soltaron, sabia a mis jugos y a los suyos a pesar de que no había gozado, destilaba miel que yo ansiosa bebía. Cerró el correr del agua y me llevo a la otomana. Se acostó en ella y con un gesto de sus manos me invito a montarle, con renovadas fuerzas ...