La Vida es un Sueño Parte 2
Fecha: 20/12/2019,
Categorías:
Incesto
Autor: ioelmejor69, Fuente: SexoSinTabues
... solo parecía dormir y recuperarse. Compartíamos el desayuno obligatoriamente y siempre lo hacía en forma muy grata para mi puesto que Alberto me abrazaba mientras lo preparaba además de que siempre me besaba cada vez más cerca de la boca y acariciaba los senos como siempre lo había hecho, hasta que mis pezones sobresalían en la tela de mis blusas o vestidos. La camaradería entre ellos era asombrosa, parecía que eran padre e hijo compartían mucho del día juntos, Alberto había iniciado sus estudios universitarios a distancia por lo que pasaba mucho tiempo en su habitación que se había ido transformando siendo ahora una muy amplia estancia, el sr. Benjamín, había pagado sin chistar todas las modificaciones necesarias. De la salud ni hablar, mi hijo cada día que pasaba estaba más hermoso, ahora lucía un trasero espectacular y una musculatura mucho más fuerte, con el sr. Benjamín las cosas también parecían ir bien pues la enfermedad había remitido mucho y de mí que decir, yo también había empezado a ejercitarme en casa, mi alimentación era más cuidadosa y sobre todo me sentía rejuvenecida, mi guardarropa había venido mejorando, a petición de Alberto me compraba ropa más moderna en donde el sr. Benjamín también me pedía que fuera más ajustada o más provocadora. Pero, casi siempre hay un pero, el Sr. Benjamín empezó a insistir en que mi hijo cada día estaba más listo para el encuentro definitivo de nuestros cuerpos, que había estado observándole y que cada día eran más notables sus ...
... miradas cargadas de deseo y que sabía que las mujeres jóvenes, le parecían vanas e inmaduras y que a pesar de confesarle que era virgen, no deseaba estrenarse con una muchacha de su edad solo por el sexo y que definitivamente no quería hacerlo pagando a una mujer cualquiera. Me dijo que yo debía provocarlo y que era necesario que yo lo hiciera como en una forma de exorcizar mis demonios propios, que debía vencer mis miedos y ofrecerme total y abiertamente a mi hijo, si no pasaba nada, nada habría que reprocharle a Alberto pues actuando como un buen hijo, acabaría perdonando a su madre, por el contrario si él tenía la razón, Alberto caería entre mis brazos pudiendo su sueño de amor lograrse con la persona más amada, su madre. El único problema era que el sr. Benjamín quería verlo, quería ser testigo de una unión que él nunca pudo lograr, quería en esa forma, participar del triunfo del amor más sublime, el de un hijo a su madre. Yo no sabía que contestar, la sola aceptación de hacerlo sabiendo que nos vería, me hacía sentir más sucia, por otro lado, no podía imaginar siquiera la reacción de Alberto al enterarse de que hubiésemos sido vistos en un acto tan íntimo y tan trascendental en nuestras vidas. Pero más sabe el diablo por viejo que por diablo y el sr. Benjamín actuó para facilitar todo. Con cualquier pretexto, una tarde, al regresar del club deportivo, Alberto comento que tenía ganas de tomar una cerveza y que le gustaría también tomar una copa ya que su entrenador había ...