1. Problemas con mi Hijo


    Fecha: 23/12/2019, Categorías: Sexo con Maduras Tabú Autor: AkuSokuZan, Fuente: xHamster

    ... cansando de estas cosas, la próxima hacelo sólo.Le hice caso, me despojé de la calza y me puse boca abajo en la cama. Su mano izquierda acarició suavemente mi nalga y dio unos leves tirones en la parte baja de mi bombacha.- Que buena cola que tenés mamá, me encanta y seguramente también tenés una concha re jugosa.- ¡Franco! – esas palabras me tomaron por sorpresa – no digas esas cosas, no me avergüences más de lo que estoy – su mano surcaba mi ropa interior. Mis piernas estaban levemente separadas.- Lo digo en serio mamá, seguro la tenés bien peluda y carnosa – noté que intentaba bajarme la bombacha – con labios bien gordos y el agujero bien abierto.- ¡Ay no! qué vergüenza, basta Franco, en serio. ¿Dónde aprendiste esas palabrotas? – la bombacha ya me había quedado a la mitad de la cola.- En ningún lado, es que de solo imaginarla se me pone más dura ¿la tenés mojada?Supuse que él podía ver una mancha de humedad sobre la tela, pero no quería decírselo. Intentó bajarla más lo detuve- No Franco, eso no. Dejala donde está – intenté sonar severa pero sin enojarme.- Nunca vi una vagina en persona. Me gustaría que sea la tuya la primera que vea y poder acabar mientras la miro.- Ay Franquito, creo que ya estás yendo muy lejos. ¿Por qué me pedís esas cosas? Soy tu madre.- Y también sos la mujer más linda que conozco – parecía muy sincero, me conmovió muchísimo que mi propio hijo lo viera así. A toda mujer le gustan los halagos y recibirlos de una persona que se quiere con locura ...
    ... genera un impacto mucho mayor.- Sé que me voy a arrepentir de esto… está bien, pero andá más para atrás – retrocedió apenas un centímetro.Resignada fui bajando mi bombacha de a poco. Cuando me la bajé hasta mis muslos ante sus ojos mi carnosa y peluda concha con el agujero bien abierto, tal como él predijo. Su descripción fue realmente muy acertada. Me daba un poco de vergüenza que viera los pelitos enmarañados, me gustaba mantenerla prolija pero como no tenía a quién mostrársela, dejé de cuidarla tanto. La división de mis labios se distinguía muy bien, y seguramente se vería algo de flujo saliendo de mi agujerito. Lo vi estirando su mano hacia mí pero lo detuve.- ¡No! Sin tocar – le reproché.- Solamente quería verla mejor – no dejaba de pajearse rápidamente mirándome toda.Hice un gesto de impotencia. Separé un poco más las piernas y con dos dedos abrí mi concha enseñándole mi clítoris que ya se asomaba. Podía verla en su totalidad.- Sí, tenés el agujero bien abierto mamá, y es rosadita por dentro me encanta.Su mano se posó sobre mi nalga apretándola con fuerza, se acercó tanto que podía sentir la mano con la que se pajeaba pegar contra mi cola cada vez que llegaba a la punta de su verga. Tragué saliva, me sentía incómoda pero curiosa a la vez. Abrió mis nalgas. – ¡Uy!, el culito también lo tenés bien abierto, ¿alguna vez te la metieron por ahí?No tenía en mente responder a esa pregunta pero sentí su dedo pasando suavemente por mi ano y me excité. De pronto me dieron ganas de ...
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