Problemas con mi Hijo
Fecha: 23/12/2019,
Categorías:
Sexo con Maduras
Tabú
Autor: AkuSokuZan, Fuente: xHamster
... hombros una vez más. Hizo eso dos o tres veces y yo ya podía sentir los efectos de un buen masaje.-Ahora acostate boca abajo –me pidió mientras me quitaba el camisón por encima de la cabeza.Sus masajes se centraron en mi espalda, la sensación era hermosa y reconfortante. Me distendía mucho. Claudia se sentó arriba mío con las piernas separadas. No le dije nada pero sentía su concha húmeda contra mi espalda y eso me ponía un poquito incómoda. Pasó las manos por mi estómago y fue subiendo hasta llegar a mis pechos, me los presionó con suavidad, hasta pellizcó suavemente mis pezones, yo estaba preocupada en relajarme y esos atrevimientos no me importaron en lo más mínimo. Unos minutos después se giró hacia el otro lado, ahora su sexo se posaba en la parte superior de mi espalda y los masajes se centraban en mis nalgas y piernas. El esfuerzo físico de Claudia provocaba que se moviera, su húmeda concha se frotaba por mi lomo, la sensación de calidez era extraña para mí. Sus dedos presionaban mis piernas recorriéndolas casi en toda su extensión. No puedo negar que no sólo me estaba relajando, sino que podía sentir cierta excitación apoderándose de mi cuerpo.Continuó con sus hábiles masajes sobre mis nalgas, las amasaba y estrujaba a discreción, en un momento noté que se disponía a quitarme la bombacha, pensé en detenerla pero estaba tan a gusto que se lo permití. Me despojó de toda vestimenta y quedé tan desnuda como ella lo estaba. Sus finos dedos recorrieron el centro de mis ...
... nalgas, sentí un agradable cosquilleo en mi sexo cuando sus uñas lo rozaron. No me había dado cuenta pero con cada nuevo movimiento de sus manos se las ingeniaba para separar más mis piernas. Ahora sus manos acariciaban al unísono las paredes internas de mis muslos, peligrosamente cerca de mi entrepierna. Luego pasó un dedo recorriendo de abajo hacia arriba el centro húmedo de mi sexo. Eso ya era provocación directa y estaba funcionando. Repitió la acción otra vez, tres veces, cuatro, cinco. Prácticamente me estaba masturbando, aunque con delicadeza. Mi calentura se hizo tan intensa que decidí que era el momento de hacer realidad mis fantasías lésbicas con Claudia. Hice fuerza para girarme, ella tuvo que levantarse un poco, cuando quedé boca arriba su sexo quedó a escasos centímetros de mi cara. Mantuve las piernas bien abiertas con las rodillas flexionadas. La rubia se acercó a mi vagina y comenzó a acariciarla con la punta de sus dedos.-Claudia, si lo vas a hacer, hacelo ahora –no aguantaba más, quería que iniciara todo ya o que directamente no pasara nada, pero ya no aguantaba la incertidumbre.Sin decir nada mi amiga bajó la cabeza hasta que su boca hizo contacto con mi vagina, no pude evitar gemir apenas comenzó a lamerla. Sabía muy bien que Claudia se acostaba con mujeres ocasionalmente, pero nunca había hecho el intento de acostarse conmigo, al menos no hasta hoy. Quería demostrarle que yo estaba a la altura de cualquier mujer con la que haya tenido relaciones sexuales en ...