Trío: mujer - hombre - travesti de closet - Relatos Eróticos

Trío: mujer - hombre - travesti de closet

Así como la mayoría de chicas travesti, una va consiguiendo ropita poco a poco. Un día me puse una tanga morada en conjunto con un brazier, una minifalda azul oscuro y un antifaz que hice con una bolsa de regalo. Me tomé unas fotos y las subí a un sitio de encuentros sexuales.

Entre varios pervertidos y gente que no me daban nada de confianza, recibí un mensaje amable de una pareja en donde me decían que su fantasía es tener un trío mujer-hombre-travesti. No podía creer que fuese cierto, así que les hice varias preguntas y ellos, en realidad ella, amablemente respondieron hasta que finalmente pactamos el día y hora en su departamento.

Igual seguía un poco desconfiada pero la gentileza en sus mensajes me dio confianza. Tenía 2 días para el encuentro, así que conseguí unas medias de malla negras para cubrir los vellos de mis piernas, una tanga negra y un antifaz para reemplazar el maquillaje que no sé usar. También asistí a un centro de depilación masculina en donde me dejaron como un bebé desde el ano hasta debajo del ombligo.

Llegó el día y guardé las prendas femeninas en mi mochila y salí temblando del departamento, en verdad no podía creer lo que iba a hacer, además del miedo de que sea una trampa y algo me pueda pasar. Pero tuve la precaución de pactar el encuentro en un lugar público.

Nos encontramos. Me saludaron muy alegres. Ella, Javiera, más bonita que en las fotos que intercambiamos por Internet y él, Ignacio, idéntico al de las fotos. Caminamos a su ...

... departamento y charlamos un par de horas tomando vino y picando snacks hasta que Ignacio le dijo a Javiera que se cambiara de ropa. Ella salió del cuarto y regresó con un disfraz erótico de mucama, muy hermosa. Entonces yo entré al baño a cambiarme. Primero me puse la tanga que se me perdía entre las nalgas, luego las medias, la falda, el brazier, el antifaz y por último Javiera me prestó una peluca roja. Parecía una puta profesional, lo cual me causó gracia.

Entonces, guiado por Javiera, empezamos a tocar a Ignacio que ya se había quitado la ropa. Yo estaba temblando y ella me tranquilizaba. Entre las dos le dimos una sesión se sexo oral, era muy rico mamar su pene y lamer sus bolas mientras Javiera me besaba apasionadamente cuando cambiábamos de zona. Luego me pusieron en cuatro y Javiera me hacía sexo oral mientras yo lamía su clítoris e Ignacio me devoraba el ano con la lengua. Fue tan excitante, no lo podía creer ni comprender tantas sensaciones. Luego de casi una hora de juegos, Ignacio intentó penetrarme con su dedo pero yo tenía muy apretado el ano y me dolía, siguió jugando con sus dedos hasta que intentó penetrarme con su pene. Me sentía muy excitada de saber que me iban a poseer pero el dolor era muy grande y no sé si fue el vino que tomé pero me empecé a sentir mal. Así que paramos y ellos me recomendaron tomar un baño de tina para que me relaje. Al salir del baño, solo con la falda, me recosté a descansar.

Al despertar, estaba de cucharita con Ignacio abrazado ...