1. Gozando de mi madre


    Fecha: 26/12/2019, Categorías: Gays Autor: Irving, Fuente: CuentoRelatos

    Me describo para comenzar el relato, soy un chavo de 19 años. Me llamo Ulises (nombre ficticio), 1.75 de altura, cuerpo normal, dicen que estoy nalgón y piernudo. No soy un chico de gimnasio, cuerpo normal ni flaco ni gordo.
    
    La historia con mi madre comienza cuando yo había cumplido los 18 años. Mi madre es una señora de 45 años, se puede decir una señora gordibuena, pero hace tiempo se hizo la liposucción, quedando plana del abdomen, pero se conservaron sus caderas, y esas curvas voluptuosas que ella tiene. Es guera, con unas tetas algo grandes, y tiene un trasero voluptuoso, tiene unas caderas muy anchas, demasiado atractiva para mí.
    
    En la casa vivimos 4 personas. Es una casa pequeña, prácticamente se escucha todo lo que se habla en cualquier parte de la casa. Mi padre, mi madre, mi hermano pequeño y yo.
    
    Por lo regular mi madre, siempre anda ligera en la casa, ya sea una blusa de tirantes o un short, pero había ocasiones en los que, solo se andaba en ropa interior, unos cacheteros o unos calzones tipos bikinis, era cuando la verga se me paraba y pensaba en ella.
    
    En varias ocasiones mi madre me encontré con la verga parada, ya sea en la mañana despertando o una noche mientras me masturbaba, nunca me había dicho nada, si se daba cuenta, pero se callaba.
    
    Hasta un día que estábamos ella y yo solos en la casa, cada uno en sus respectivos cuartos, yo estaba leyendo un relato de esta misma página, y obvio, tenía la verga parada, cuando de pronto mi madre me ...
    ... dice
    
    —¿qué haces hijo?
    
    —nada mamá (todo rojo de la pena, y tratando de ocultar mi erección).
    
    En ese momento guardamos silencio, y solo nos observamos el uno al otro sin decir nada. Ese día mi madre llevaba una playera holgada, y abajo solo su ropa interior, se le veían parte de sus grandes muslos.
    
    —Hijo creo que tenemos que hablar, esto ya ha sucedido varias veces, pero no he querido platicar contigo.
    
    —Madre no hay nada que platicar, todo está bien.
    
    —Hijo el que te martubes varias veces al día y que yo me dé cuenta eso no es normal, déjame ayudarte o dime que es lo que pasa contigo.
    
    Yo al principio me negaba que no pasaba nada. Pero por dentro sabía que las maduras y mi madre me volvían loco.
    
    —no pasa nada mama, es algo normal en los chicos de mi edad.
    
    —Si necesitas algo me dices o si quieres platicar conmigo, aquí estaré para ti.
    
    Posteriormente pasaron los días, todo tranquilo.
    
    La relación con mi madre era normal no volvimos a tocar el tema.
    
    Un día, estábamos en la cocina haciendo el desayuno, mi madre y yo, cuando de repente ella se agacha para recoger una vasija y su culo quedo empinado, me di cuenta que se depilaba la vagina, y traía una tanga, eso me prendó demasiado, me quedé observando su culo.
    
    Mi madre se levanta voltea a verme y me dice «¿Todo bien?», a lo cual yo reacciono, y le contesto que «si».
    
    Un día, llegando de la Uni, llego a la casa y encuentro a mi madre acostada dormida, solo llevaba su ropa interior color negro.
    
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