Matrimonio Fantástico
Fecha: 28/12/2019,
Categorías:
Sexo en Grupo
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... acompañé, Vero se sacó la remera dejando sus lindos y duros pechos al aire, comprimiéndolos contra mi espalda, miré a mi esposo y me sonrió. Yo ya estaba caliente. Siguió sacándose toda la ropa para luego seguir con la mía, quedamos bailando pegadas, friccionando nuestros cuerpos sudorosos por el calor del verano; los hombres se desvistieron rápidamente y se nos unieron; Vero se arrodilló para lamer mi vagina, mi respiración se aceleraba cada vez más, ella se tendió sobre la alfombra y me pidió que me sentara sobre su boca, sentía como su lengua larga y caliente jugaba mientras acariciaba mis tetas, cruzó sus brazos sobre mi espalda e hizo que me inclinara para adelante para que Javi metiera su pija dura y latiente en mi chocho. Tenía una pija y una lengua junta, era algo maravilloso, comencé a acabar y a gritar de placer, y como si todo eso fuera poco, Carlos (el esposo de mi amiga) acercaba su miembro a mi culo ya dilatado por los jugos sexuales y las caricias recibida por los dedos; mi marido retiró si pija para que la otra entrara suavemente en mi ano; luego todo fue rítmicamente perfecto, mientras una pinchila entraba por un agujero la otra se retiraba; la fantasía se estaba haciendo realidad.
En un momento dado mi esposo se retiró por unos segundos y escuché que abrió la puerta y alguien entró; luego volvió a incrustarme nuevamente su pedazo y balbuceó con voz jadeante "hay más sorpresa todavía", cuando de pronto aparecieron desnudos: mi jefe y el negro americano; no ...
... tuve tiempo ni siquiera de pensar cuando ya tenía sus dos pijas cerca de mi boca... eran realmente como las había imaginado, gruesa la del jefe y monstruosa la del morocho, sin titubear comencé a besarlas.
Verónica gritó de alegría al ver semejantes instrumentos, sin perder tiempo se levantó y se dispuso a chuparlos (es su debilidad), en unos minutos las dos estaban tiesas tratando infructuosamente de culiar a mi amiga, digo infructuosamente porque eran unos miembros súper grandes y mi amiga un poco estrecha que por más que empujaran no podían penetrarla.
Si bien, yo estaba complacida con las dos pijas que tenía dentro, no pude con la tentación de poseer esos dos pedazos de carne palpitante que tenía frente mío y casi suplicando miré a mi marido como diciendo que las deseaba, me hizo un guiño cómplice y me dijo: "son para vos, es el regalo de cumpleaños". Ni yo me reconocía de la calentura que tenía, caminé hasta ellos chorreando jugos sexuales y casi a los empujones le ordené a Jack (el negro) que se recostara sobre un sofá-cama; tome su monstruosidad y con mi mano presioné la cabeza que estaba hinchada (como el tamaño de un puño cerrado) logrando que entrara la punta, de ahí en más todo fue lujuria y pasión, con movimientos contorneados, de sube y baja, fui tragando centímetro a centímetro esa verga caliente dura y gruesa, solo me había comido la mitad y me sentía sofocada, hacía tope en mi interior, en ese momento se acercó mi esposo, levantó mis cabellos, me miró a ...