Noches de luna - Relatos Eróticos

Noches de luna

... mi culo cerrado en forma imposible de abrir, que se veía normal no me dejó tener lo que más me gusta ¡sexo! Fuimos a comer algo apenas pude tomar agua en cantidades. Volvimos a nuestro hospedaje y mi amigo cayó dormido como tronco, me sobresalte al ver en la silla una túnica gris, me la puse y salí, sabía adonde y a qué iba pero, no pensaba siquiera en devolverme, fue una caminata larguísima, el día anterior fuimos en vehículo, pero no me cansé llegué al lugar indicado en el bosque y ahí estaba el hombre, cuando me vio se acercó y sacó mi túnica se sentó conmigo de piernas abiertas en sus muslos, me dobló hacia atrás e invocó a Lilith haciendo signos en mis tetas, estás se hincharon casi a reventar y sin más, alzó su túnica y me enculó con su monstruo, grité y pedí auxilio pero mi voz estaba muda, se acomodó en una especie de respaldo y me hizo cabalgar, mientras él succionaba mis tetas, de las que salía un líquido cremoso y rosado. Igual que la noche anterior mis orgasmos y flujos estaban en una fuente, se lo bebió y me desenculó, mi tetas estaban normales.

“Mi semen en tus tripas no te dejará comer, tampoco tendrás sexo con el hombre, esta noche vuelves!” y se fue. Caminé de vuelta y se me hizo corto el camino. Pasó como él, mago, brujo, demonio o lo que fuera, había dicho, en la noche volví y el sexo fue alternado, ...

... incluso en forma mágica pude mamar su tronco y tomar en directo su semen, volvió a tomar leche de mis tetas y todo igual.

Al llegar las 06:00 me cogió de la mano y me llevó hasta un lugar arriba en los cerros, montados en un caballo hermoso. Había una cabaña de troncos muy hermosa, con chimenea prendida.

“Aquí vendrás el día que empiece la luna menguante, debes ese día estar lista para lo que debes hacer, estarás sometida a darme tu energía por seis días, los de las dos lunas que manda Lilith, ya irás aprendiendo a cada paso, no intentes resistir pues será peor para ti, sufrirás más que hasta ahora, mira fijo este mapa, grábalo, llegarás al pueblo y no te alojes en parte alguna, Astro te reconocerá y te traerá hasta aquí, el mapa es por si alguna vez vienes en vehículo, eso lo sentirás. Soy tu hombre y tu dueño por seis días, cuidado con olvidarlo!! Ahora te voy a llevar cerca del pueblo, ¡vamos!”

Desde entonces desaparezco para sufrir castigos bestiales por ser bruja blanca esta vez, humillaciones y rituales extraños, lo peor es el sexo con ese monstruoso pico partiendo mis entrañas, arriba en los cerros sí grito, aúllo y pido auxilio o piedad, en vano. Pero salgo de allí y llego a mi vida normal sin señales de las torturas y los rasgamientos de mi sexo! Sí paso dos a tres días sin apetito sexual ni físico…¡rarísimo!