Con la esposa de mi amigo - Relatos Eróticos

Con la esposa de mi amigo

... aguanto! Vamos a mi cuarto

Salimos de la regadera nos secamos rápidamente y nos fuimos al cuarto, al entrar, ya completamente desnudos la empecé a besar con mucha pasión en la boca, la bese en el cuello y le lamia los senos y apretaba con mi boca sus deliciosos pezones, ella solo jadeaba y hacia sonidos de placer, yo ya no aguantaba quería besarle todo su cuerpo, acariciarla toda por lo que la acosté en la cama y le empecé a besar los muslos, después empecé a pasar mi lengua lentamente por su vagina con movimientos cada vez más profundos, introducía mi lengua en su vagina y con mi boca succionaba los jugos que emanaban de su vagina, pase mi lengua sobre su clítoris y hacia presión sobre este con mi boca ella solo podía decir con una voz que se desvanecía poco a poco.

-AHI AHI! Haaaay que rico que rico!!!

Yo estaba al mil y quería penetrarla estar dentro de ella y sentir nuestros cuerpos frotarse, me puse dentro de ella y con mi mano empecé a pasar mi pene por afuera de su vagina luego lo introduje despacio y a la mitad lo meto todo de un empujón, ella hizo un sonido de placer que me excito más y empecé a moverme para sacar y meter mi pene, mis movimientos eran cada vez más frenéticos y con fuerza, estábamos los dos muy excitados y yo sentí que ya ...

... me iba a venir, yo no quería que ese momento termine así que retire mi pene y ella pareció entender así que me acostó boca arriba y se puso de rodillas sobre mí y empezó a montarme, los movimientos de sus caderas eran el ritmo más delicioso que había sentido, eran cada vez más rápidos, yo estaba deleitado pues tenía sus senos frente a mí por lo que era muy fácil lamerlos apretarlos y acariciarlos, yo me sentía maravillado por todo y sobre todo los gemidos de placer que ella emitía eran cada vez más intensos hasta que ella tuvo su orgasmo antes que yo aunque realmente no me faltaba mucho yo no quería que se detuviera sin embargo se sacó mi pene y aun hincada sobre mí me empezó a masturbar mientras yo apretaba sus senos con una mano y me chupaba el dedo de la otra. La eyaculación que tuve fue tremenda y el placer que sentí fue enorme, después de eso nos quedamos acostados solo unos minutos y nos vestimos de nuevo, nos estuvimos besando todo un rato hasta que llegaron nuestras respectivas parejas.

Después de esto seguimos saliendo los 4 pero la tensión entre Ale y yo es mucho y hoy precisamente que me atrevo a contarles esto y después de hacer arreglos podremos estar a solas de nuevo, a ver qué pasa y si les gusto la historia les contare lo que pase hoy.