Algo inesperado - Relatos Eróticos

Algo inesperado

... que yo, pelo corto y espalda ancha. Me tomó de la cintura y yo por el cuello y nos besamos, me quite la playera y el su camisa y continuamos besándonos, su cara estaba completamente lisa, nos tiramos a la cama y le bajé el pants, su verga saltó y yo me la llevé a la boca. El solo se tumbó, extendió los brazos y disfrutó la mamada. Yo me desabroché los jeans y me los estaba quitando, pero decidí concentrarme en la mamada que le estaba dando a ese semental, pasaba mis manos por su abdomen y acariciaba levemente sus pezones mientras me metía toda su verga a mi boca hasta mi garganta, debía medir unos 16-18cm porque batallaba algo en metérmela toda hasta sentir sus vellos púbicos en mis labios y nariz. En lo que lo hacía el me decía cosas como “que rico la mamas, cabrón”, “trágatela toda mi verga pinche puto” y combinaciones de estas. Continué así por unos 10 minutos viendo como se retorcía cuando no pude más, me levanté, baje los jeans y me subí a la cama, el se arqueó y nos besamos mientras me acomodaba, una vez la cabeza de su verga tocó mi entrada, el me tomó de la cintura y me hizo sentarme, en un solo movimiento su verga entró en mi y no pude evitar gemir sonoramente, el no me calló esta vez sino que me dijo “así debe gemir un puto cuando se lo cojen”, en ese momento ya no me importaba que me escuchara alguien, yo me concentré en disfrutar su gruesa verga negra en mi culo mientras ambos gemíamos, todo era perfecto en ese momento. Yo: AHHHHHH, si, que rico!!! Ramiro: Te ...

... gusta cabrón? Yo: Me encanta!!! Ramiro: Di que te enanta mi verga. Yo: AHHHH, me encanta tu verga!!! El se arqueó de nuevo a besarme y me quitó. Ramiro: Acomódate. *Me dijo y me tomó de tal forma que mis pies estaban en el suelo y mis brazos y torso en la cama, yo solo levanté el culo, ofreciéndoselo. El ni corto ni perezoso me tomó de la cintura y me metió su verga de nuevo, esta vez su ritmo era mas fuerte, después de unos 5-8 minutos de bombearme constantemente yo no pude más. Yo: AHHHHHHH, me vengo *y terminé en el borde de su cama* Ramiro: Ahí voy también putito Yo estaba exhausto y el seguía cojiéndome, unos dos minutos más y se escuchó. Ramiro: AHHHHI TE VAN MIS MECOS PUTO!!!!! AHHHHHHHHHHH AHHHHHH. *y cambió de rápidas y cortas embestidas a lentas y largas* Se tiró arriba mío y podía sentir su verga pulsando y vaciando su leche dentro de mi, sus embestidas pasaron a movimientos muy leves, mientras tanto el me mordía y besaba detrás del cuello y acariciaba mi espalda, nuestros cuerpos temblaban levemente, finalmente el salió dentro de mi, yo me voltee, arrodillé y comenzé a chupársela medio erecta. Ramiro: Ohhhh que rico, no pares, buena ya, es que si estoy sensible. *me dijo y me levantó* Nos besamos despacio. Quien me había cojido era Ramiro, 26 años, el hijo de la novia del papá de Marco, era, como lo describí vagamente hace unos párrafos, moreno, alrededor de 1. 87m, espalda ancha, un poco de panza, cara cuadrada, pelo muy corto y casi completamente lampiño de la cara. ...