1. SOLO ERA UN JUEGO…


    Fecha: 04/01/2020, Categorías: Incesto Autor: barquidas, Fuente: RelatosEróticos

    ... la fecha exacta las crónicas del suceso no la precisan, cuando las noches ya son cálidas, pero no agobiantes. Por las razones que fueran, esa noche estaba nuestra heroína la mar de rara, pues más que “salida” era frenética como estaba.
    
    Se había hecho ya un par de “dedos” sin lograr el ansiado sosiego, por lo que cada vez se sentía más enervada, más ansiosa… ¿Qué le pasaba, realmente? Pues sencillo: Que la autosatisfacción no le era suficiente… Que necesitaba que la satisficieran; la satisficiera un hombre… Una “herramienta” masculina, una mano masculina, una lengua masculina… Pero… ¿Dónde encontraba ella un hombre complaciente esa noche y en esa casa?... Entonces, cuando más desesperada estaba, una luz se encendió en su cerebro: Al otro lado del pasillo, casi frente por frente con su cuarto, estaba el de su hermano Paco…
    
    Paco era casi tres años menor que Sandra de modo que por entonces acababa de estrenar sus quince añitos. Y, por cierto, lo que en él más destacaba era que no destacaba nada; vamos, que era un ser de lo más anodino. Ni alto ni bajo, aunque tirando a un tanto “tapón”; ni gordo ni flaco, aunque tirando a “esmirriaillo”; ni guapo ni feo, aunque tirando más a poco agraciado que a “normal”. Para completar el cuadro, añadir que era tremendamente tímido y más que inseguro… En añadidura, introvertido, de palabras más que parco. Sus amigos, casi, casi, inexistentes y sus amigas inexistentes sin el casi.
    
    Sandra, sin pensárselo demasiado, saltó de la cama y, ...
    ... descalza, co un mini-camisoncito y sin más prenda debajo, es decir, sin sujetador ni braga, tomando mil precauciones en un periquete se plantó ante la puerta del cuarto de su hermano; con todo sigilo accionó el pomo de la puerta y se coló de rondón en el interior de la habitación de su hermano.
    
    Avanzó hasta el borde de la cama y quedó allí unos momentos, apreciando el semi desnudo cuerpo de su hermano que plácidamente dormía, ajeno a la proximidad de su hermana. Estaba encima de la cama, sin sábana alguna que le cubriera, tal y como también estuviera ella misma antes, en su cama; el torso desnudo y sobre su cuerpo sólo un sucinto pantalón de pijama, corto… Se deshizo del camisoncito, que quedó, olvidado, en el suelo y, desnuda, se encaramó sobre la cama para, cual loba hambrienta, lanzarse sobre el calzón de Paco procediendo a bajarlo hasta que su masculino miembro quedó enteramente al descubierto.
    
    Se apoderó de él, le besó, y empezó a acariciarlo con la mano diestra que, enseguida, comenzó a masturbarlo lenta, suavemente al principio para poco a poco ir imprimiendo más y más energía a la manual caricia. Él al momento se despertó y, alucinando en colorines, espetó a su hermana
    
    El “enano”, obediente, se calló y a fe que disfrutó… El miembro de Paco, poco a poco, fue tomando incremento hasta alcanzar su máximo esplendor…
    
    Con sus dedos replegó hacia atrás los pliegues de piel del prepucio, con lo que el glande surgió sonrosadito, brillante, apoteósico… Sandra lo miró, ...
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