1. SOLO ERA UN JUEGO…


    Fecha: 04/01/2020, Categorías: Incesto Autor: barquidas, Fuente: RelatosEróticos

    ... hacia atrás la piel que cubría su glande hasta que éste surgió esplendoroso, anhelante por “enchufarse” al femenino interior de Sandra
    
    Ella fue, al instante, consciente de lo que se le venía encima… O, mejor dicho, adentro; y a un trisestuvo de ceder al deseo fraterno que, no nos engañemos, era su propio y más anhelado deseo. Así, notó, perfectamente, cómo la ”espingarda árabe” de su hermanito se abría paso a través de los labios vaginales, invadiendo seguidamente su cuevecita… Y lo cierto es que en tal momento un suspiro de alivio…y gustoso deseo, se escapó de sus labios, porque el inmediato futuro que ante ella se abría, más placentero, más deseable y deseado no podía ser
    
    Pero al punto reaccionó ante lo que en aquél momento, enseguida, se le hizo una verdadera monstruosidad. De un brusco empujón se deshizo del enano, enviándole a un lado, tendido boca arriba junto a ella
    
    Sandra se volvió a su hermano y su vista se posó en su “pajarito”, muy, pero que muy brioso; muy, pero que muy frustrado, tras quedarse “compuesto y sin nidito”. Tomó el “pajarito” en su mano y empezó a hacerle los honores, hasta que, al rato, cuando el “canario” estaba ya más que presto a “cantar”, no sin un deje de suficiencia le afirmó bastante más que le preguntó
    
    Y, efectivamente, el “enano” nunca había hecho tal “numerito”, sexualmente hablando, claro. Hasta aquella noche, mayormente, pues todo en esta vida tiene su primera vez, y aquella noche fue la del primer “sesenta y nueve” del ...
    ... “enano”
    
    Como el tiempo nunca se para, nunca se detiene, tampoco aquella memorable noche se paró, sino que prosiguió a través de nuevas noches, de nuevos días, dejando tras de sí días, semanas, meses y hasta algún año que otro, a lo largo der las cuales las incursiones de Sandra al cuarto de su hermano, para “jugar a papás y mamás” se fueron repitiendo con semanal puntualidad… Incluso semana hubo en que se binaron los fraternales “juegos” al repetirse más de una noche de la misma semana
    
    Aunque, a decir verdad, no era esa la única actividad de entrepierna que Sandra mantenía, pues las visitas al cuarto de su hermano se entreveraban con los refociles de fin de semana, viernes y sábado noche, con el “noviete” de turno, pues la muchacha los renovaba casi más que de blusa se cambiaba, con el previo “calentamiento ad hoc” en la “Disco”
    
    Se decía antes que para todo hay una primera vez; así, también llegó la noche en que el “enano” logró vencer su innata timidez, ese tremendo “cortazo” que le daba dirigirse, “motu proprio”, a cualquier chica, Sandra incluída, consiguiendo, al menos, salir sigilosamente de su habitación para dirigirse, más “candente” que barra de hierro al rojo, al de su hermana. Eran las primeras horas de la madrugada, pues escasamente sería cerca de la una, y Sandra dormía la duermevela del primer sueño de la noche cuando Paco se coló en la femenina estancia… Vio a su hermana dormir plácidamente, acurrucada entre mantas y sábanas pues, a diferencia de aquella ...
«12...789...12»