1. UNA LINDA HISTORIA 6


    Fecha: 05/01/2020, Categorías: Incesto Autor: memito, Fuente: SexoSinTabues

    ... mujer… ― ¿Una mujer? – pregunta Maby. ― Una vez teníamos que acudir a una importante fiesta de disfraces. Así que nos llevó, de una en una, a una gran casa, donde nos probamos disfraces y nos lo retocaron para adecuarlos. En esa casa, había chicas desnudas y una señora madura parecía la directora. La llamaba señora Paula y parecía conocerle muy bien. Eso tiene todo el aspecto de un burdel. ― ¿Sabes donde está esa casa? – pregunto, esperanzado. ― En Arturo Soria, casi metida en el pinar de Chamartín. Es una casa grande, de ladrillo rojo, con verja alrededor y jardines. ― Gracias, Belén – le digo, tomando su carita con mis manos. Con un impulso, me inclino y la beso suavemente en los labios. Ella responde, tímidamente. – Le daré un par de ostias de tu parte. Maby no dice nada hasta estar en la camioneta. Noto que me mira fijamente mientras meto la nueva dirección en el GPS. ― ¿Has sido muy tierno ahí arriba? – me dice. ― ¿Por comprenderla? ― Y por besarla. Belén parecía necesitar precisamente eso, una muestra de confianza y respeto, y tú has sabido cómo dársela. Estás sorprendiéndome mucho en estos días. No parece que quede gran cosa del chico paleto que conocí hace meses. “Gracias, Rasputín. ” De nada. ― ¿No te has enfadado por el beso? ― No, en absoluto – responde ella, con aplomo. – Ni siquiera lo he considerado como algo sexual. Creo que si no se lo hubieras dado tú, lo hubiera hecho yo, aunque así, ha quedado mejor. ― Venga, no nos pongamos sentimentales – me río y ...
    ... arranco la camioneta. Es casi mediodía cuando localizamos el caserón. Está apartado y rodeado de árboles y setos, así como de una gran valla. Nos quedamos a curiosear, sin salir de la camioneta. Llevo unos buenos prismáticos en la guantera. Rasputín tiene razón, parece un burdel. En el par de horas que estamos allí plantados, entran, al menos, una docena de hombres bien vestidos, con maletines, por la pequeña puerta de la gran reja. No solo eso, sino que varios coches han entrado y salido; vehículos con los cristales oscurecidos. Cada media hora o así, un tipo grande, con gafas de sol, da una vuelta por los jardines, fumando un cigarrillo. ¿Seguridad? Seguramente. Además, hay cámaras en las esquinas de la verja y en la puerta de entrada. No creo que haya manera de colarse sin ser vistos. Debe de ser un sitio bastante exclusivo. Maby piensa lo mismo. Estos sitios se quedan desiertos después del almuerzo. Es una hora tonta, sin clientela. Si haces lo que te diga, tendremos una oportunidad. Decido escucharle. Las madames de los burdeles suelen ser, en su mayoría, putas jubiladas, o verdaderas oportunistas que se han hecho ricas con el trabajo de otra gente. En cualquier caso, esas mujeres no buscan hombres, hastiadas de ellos, sino savia joven, ya sean jovencitos o chiquillas primerizas. Lo que las pone a todas ellas es corromper la inocencia, educar en el vicio y el placer. Como te he dicho, tienes una oportunidad. Debes presentarte buscando a Eric, desesperado, cándido, perdido. ...
«1...345...15»