Mi tía Lucia. Madura complaciente ( III )
Fecha: 06/01/2020,
Categorías:
Sexo con Maduras
Autor: cartuz, Fuente: RelatosEróticos
... mano a mi tía y la metí en mi habitación. LE dije que me contara…
-Pues el masaje en la espalda, cuello, estaba bien pero no me sacaba de dudas. Pero el de las piernas, me lo dejo claro.
- ¿Qué te dejo claro?
-Que si no llega Susana me hubiera hecho de todo.
- ¿Segura?
-Segura no, segurísima. Esta ya está en “situación”.
-Qué pena que nos adelantáramos en decirla nada de que se fuera unos días, porque si con Susana no logramos nada con Natalia… una pena.
A todo esto… ¿Que te dijo al oído? Y que le dijiste tú.
-Que era una pena no poder acabar. Pero que esperaba que lo hubiera hecho bien.
La conteste que llevaba muy buen camino y que sí que era una pena. Pero que otra vez seria.
-Cuando quiera la señora y a la hora que sea.
-Por eso te digo que esta, está más que dispuesta, ya te lo dije, que tonta no soy.
Me acerque a mi tía y la di un beso muy húmedo, jugamos con nuestras lenguas y aproveche para tocarla con mis dedos en su coñito, que está totalmente mojado.
-Te ha puesto bien caliente.
-Caliente, cachonda, verraca…
-Quien lo iba a decir.
-Ya te dije que soy bisexual y últimamente estoy demasiado salida. Me he portado bien, ¿me das lechecita?
-Todavía no, te tienes que portar no bien, si no muy “mal”. Así que vámonos a ver a tu amiga.
Salimos de la habitación y se fue hacia la cocina. Yo me fui al gimnasio, a hacer mis tablas diarias, así las dejaba solas y desde donde estaba podría ver sin ser visto. Estaba haciendo ...
... los ejercicios cuando las veo a las dos salir, en bikini y llevan dos copas de vino bien cargadas. Están hablando un rato y veo que se dirigen hacia donde estoy yo.
Ellas entran y hablan conmigo de los ejercicios. Yo mientras los hago voy explicando. Mi tía sé que esta cachonda perdida, además se le notan desde antes en los pezones los tiene empitonados. Susana esta con un bikini, más que llamativo, sobre todo la parte de arriba, que parece dos tallas más pequeño. Veo esa mirada otra vez. Si no estuviera mi tía sería el momento ideal para entrarla. Ella se gira para buscar un sitio donde sentarse, lo que aprovecho para hacer una señal a mi tía, para que se vaya. Mi tía lo entiende y dice que antes de que se vaya Natalia tiene que hablar con ella, que la disculpemos que ahora viene.
Susana tal como está sentada se la ve aún mejor, con la pose que tiene. No quiero dejar pasar la oportunidad y me decido a tantear las posibilidades…
-Te di mi promesa de que te diría lo de tu mirada y lo cumplo. El otro día en la comida se te puso, por ejemplo, desde que has entrado aquí la tienes.
-Tengo la misma mirada de siempre.
-Tú sabes también como yo que no es así, pero si me quieres tratar como tonto, pues no se hable más, tienes la razón.
-No, no te quiero tratar como tonto de verdad.
-Pues será que tienes que decir que no y por eso cuando he dicho que hoy tenías la mirada, te has puesto roja como un tomate.
Pero lo mejor es que los únicos que sabemos el motivo, ...