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Teatro Interracial
Fecha: 08/01/2020, Categorías: Gays Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues
Era el cumpleaños de uno de nuestros compañeros, uno de mis mejores amigos Pablo, quien resultaba ser muy simpático con todo el mundo. Había invitado a todos los alumnos de nuestra clase, eso incluía a Fernando, un caribeño muy simpático y cálido con todo todos nuestros compañeros, menos conmigo. Había dicho a las chicas del grupo que yo le miraba la entrepierna y que tenia ganas de hacerle una felación. Cuando me enteré de esto, me puse muy nervioso, porque me imagine que el se había dado cuenta, pero supuse que iba a poder ignorarlo en la fiesta. La noche fue avanzando, y había cada vez mas gente, eran las doce de la noche y Fernando no aparecía. Con la ingesta de alcohol me olvide de el en poco tiempo, estaba mas preocupado en otras cosas como el alcohol y las drogas. Cerca de las dos am, subí a la terraza donde estaban tomando, cinco compañeros que eran bastante cercanos, luego de haber potenciado mi nariz, lo vi subiendo las escaleras al tal Fernando, que a duras penas podía caminar de la borrachera que traía consigo. Saludo a todos, me contempló, me abrazo y me pidió disculpas. - Luego de eso se dio una dosis directamente con la jeringa en sus venas, me preguntó si me importaba acompañarlo a comprar a la esquina. Mientras caminábamos en la oscura y fría calle, me preguntó si me gustaría ingerir algo caliente. Cuando le pregunte que clase de bebida caliente podía ofrecerme en ese lugar y momento, llevo su mano izquierda directamente sobre sus pantalones de cuero ...
... denotando una gran erección entre sus piernas. Caminamos un par de cuadras hasta una plaza donde la oscuridad predomina, nos sentamos en un banco y deslize mi mano derecha sobre su pierna izquierda. Me había dado cuenta de que tal como había intuido, era muy dotado. El me abrazo y quedamos totalmente juntos, extendí mi mano izquierda, alcanzando su verga, la cual estaba bastante flácida. Lo masturbe con mis manos y las venas fueron haciéndose mas grandes hasta que ya estaba totalmente duro, tenia fácilmente unos veinticuatro centímetros, le sobrepasaba el ombligo. Me sujetó del cuello y me llevo lentamente contra su cabeza, me comí su verga sin miedo ni paciencia, abrí la boca tanto como pude y no alcanzaba, era muy gorda y larga, no había ni dado tres suspiros que ya me había penetrado la campanilla y seguía de largo hasta mi garganta. "-Hace tanto tiempo vengo esperando tenerte así, rubiecito lindo, vas a ser mi perrita esta noche voy a dejarte bien abierta. " Sus palabras me hacían querer tragarle toda la poronga negra, venosa y cabezona que tenía, era mejor de lo que había esperado, hice el esfuerzo, y sometiéndome a una gárgara, me trague toda la poronga hasta su base. El gimió, sujeto mi cabeza y me apretó todavía mas contra la base de su inmensa poronga. Me hizo tragarla hasta que me quede sin aire, después la saco, se paró, y me la dio de parado, era mucho mas cómodo y así si podía tragarla toda y mover mi lengua en el tronco de esa hermosura grande negra y toda llena de ...