1. Cómo cambió mi esposa


    Fecha: 09/01/2020, Categorías: Intercambios Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... al disparejo, o sea, cada quien aventaba una moneda y si alguien caía disparejo a los otros dos perdía y se quitaría una prenda. Mi esposa dijo que no, que no tenía un cuerpo para andar mostrando, sobre todo después de 2 partos. Joel le dijo que solo era un juego, que no era para criticar a nadie y que al fin el cuerpo de la mujer, esté como esté siempre es bello, entonces aceptó. Después de algunos juegos, mi esposa solo traía puesto su brasier, su falda y sus calzones, yo con pantalón y calcetines y Joel con pantalón y un calcetín. Perdió mi esposa el siguiente juego y le dije que se tenía que quitar el brasier, dijo que no y se quitó el calzón. Perdió Joel 2 veces seguidas, por lo que se quedó en puros calzones. Si volvía a perder tendría que quedarse desnudo, por lo que preguntó que si le parábamos y para mi sorpresa mi esposa dijo que le siguiéramos. Perdí y me quité un calcetín. ¡Perdió Joel! antes que alguien dijera algo se quitó el calzón quedando desnudo, mi esposa estuvo atenta y pude ver como se sonrojaba y respiraba hondo, poniéndose algo nerviosa. Perdí los siguientes 2 juegos y me quedé en puro calzón. El siguiente lo perdió mi esposa ¿se quitaría el brasier? ¡lo hizo! quedó con los pechos a la vista de nosotros dos, a Joel de inmediato se le erectó el pene, cosa que no pasó desapercibida por mi mujer pues se le quedó viendo por breves segundos. Perdí yo y me desnudé. Ya solo quedaba mi esposa con pura falda, pero empezamos a perder Joel y yo y nos poníamos ...
    ... impacientes, como mi esposa lo notó nos dijo que si lo que queríamos era verla desnuda, no dijimos nada, pero ella se quitó la falda y los tres estábamos ya desnudos. La estuvimos contemplando y como si nos pusiéramos de acuerdo le empezamos a acariciar sus pezones, que ya los tenía erectos por la excitación. Sin oponer resistencia ni decir palabra alguna, dejó que la acostáramos sobre la mesa y empezamos a besarle sus pechos, mordiéndole los pezones y acariciando sus piernas. Dejé su pierna en paz para acariciarle el pelo, viendo de reojo como Joel seguía con su mano cada vez más cerca de su vagina, de pronto mi esposa abrió sus piernas, ofreciendo su sexo a la caricia de Joel quien de inmediato y con delicadeza le comenzó a acariciar su clítoris, cosa que hizo que mi esposa se estremeciera. Hábilmente Joel dejó de chuparle su pecho y se irguió sin dejar de acariciarle en su vagina, se acomodó de tal manera que mi esposa pudo agarrarle el pene y acariciarlo. Luego fue forzando la situación hasta tener su pene muy cerca de la cara de ella, no teniendo más remedio que llevárselo a la boca, me tocaba penetrar a mi esposa, pero no era lo que quería todavía, deseaba ver como la penetraba otro, así que me acerqué y le dije que ahora me lo chupara a mi, dejó el pene de Joel, agarró el mío y se lo llevó a la boca, le hice una seña a Joel para que la penetrara y ni tardo ni perezoso lo hizo, por supuesto poniéndose un condón, por fin se estaba cumpliendo mi fantasía, suavemente la ...