Un Sueño hecho realidad
Fecha: 16/09/2017,
Categorías:
Hetero
Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues
... sinceramente, no creí que regresara -me dijo. -Pues lo pensé por la hora que es, ya casi cerramos y nada que aparecía, pero finalmente cumplió y aquí esta. -Ahora de castigo la invito a tomar un café a la salida -le dije, porque yo por lo general siempre cumplo mi palabra. Ella aceptó, hizo espléndidamente su trabajo, sentí sus manos muy suaves y tibias, no sé qué me estaba pasando con esta mujer que me estaba cautivando con esos ojos que destellaban y tal parecía que hablaban y esa hermosa sonrisa, me atraían mucho y con esa carita tan linda. Llegamos a la cafetería que no distaba más allá de una calle y nos presentamos, pues aun no sabíamos nuestros nombres ya que solo habíamos platicado superficialmente, ella se llama Mary y me contó lo siguiente. -Soy divorciada, no tengo hijos, tengo 41 años, no hace mucho me instalé aquí y puse con todos mis ahorros una Estética, ya que ese es mi trabajo, y aunque aún no me ha dado todo el resultado que esperaba, seguiré, pues es mi único proyecto de vida y debo dar más del 100 en ello, para mí no hay más, Mientras esto me contaba veía su de rostro sumamente atractivo, cuerpo delgado, cabello rubio y ojos café claros, un cuerpo delgado, pero bien formado, senos pequeños, en una palabra, una mujer muy bonita, tenía un aire de elegancia y feminismo que me atraía. Y me dije –esta niña es ideal para Miranda, así como le gustan. En pláticas previas de sobremesa o descansando le había preguntado a Miranda, que tipo de mujeres imaginaba en sus ...
... sueños y me describió una mujer que se ajustaba a los requerimientos que tenía Mary. (Cabe decir que hice varios intentos con otras chicas, como ya comente, pero todo en vano). Como decía, comenzamos salir, la cortejé y después de 2 meses hicimos el amor en varias ocasiones, en una de esas, en la que quedamos de vernos en cierto café para platicar, comencé a acariciar sus piernas bajo la mesa con mi mano, y por momentos acariciaba su vagina a lo que ella correspondía abriendo las piernas para que mis dedos llegaran a su destino, yo veía su rostro y veía como era su respiración agitada por lo que deje de hacer eso y la invite a un hotel cercano, llegamos a ese sitio, pague una habitación y una vez dentro comenzamos a besarnos, yo acariciaba sus pechos, besaba su cuello y de vez en vez me entretenía en el lóbulo de su oreja pues yo sabía que ahí se encendía fácilmente, -¡Así papacito, así, que rico! Ella me despojo de la ropa y se hincó para llevarse mi verga a su boca, dándome una buena mamada, veía como se perdía parte de mi verga en su boca, así siguió por varios minutos hasta que la tome por los hombros y la acosté boca arriba colocándome entre sus piernas y comencé a acariciar esa esplendidas piernas con mis labios y llegando a los borde de su vagina sin llegar a su clítoris, después de un minuto de recorrer esa área de su vagina y de vez en cuando chupando sus labios vaginales arremetí con mi lengua directo al clítoris, ella se revolcaba de gusto. -¡Así mi amor, que rico ...