Elena, mi profesora del colegio
Fecha: 10/01/2020,
Categorías:
Infidelidad
Autor: Alexander0022, Fuente: CuentoRelatos
... estuvo a mil. Hasta que por fin llegó el bendito viernes. Sobre el medio día, Elena me escribió, recordándome que nos teníamos que ver. Eso me sorprendió y me dejo más loco aun.
Llegó la hora acordada, yo ya estaba solo en casa, el clima no estaba muy favorable recuerdo, el cielo nublado y había bajado la temperatura. Rogaba que no lloviera hasta que Elena llegara. Mis suplicas fueron escuchadas. Escuché el celular. Era ella, que me avisaba que estaba sobre la avenida. No había encontrado mi casa. Salí rápido a buscarla. Al hacerlo me di cuenta que había empezado a lloviznar. Al llegar a la mencionada avenida que queda a la vuelta de casa la vi. Rápidamente se acercó a mí y nos saludamos. Olía muy rico. Fuimos a casa apurando el paso mientras la llovizna aumentaba de intensidad. No podía haber tenido más suerte. O ser la mejor ocasión. Los planetas se me habían alineado, y debía aprovecharlo. Sí o sí.
Entramos a mi casa, y la invite a sentarse en el sofá, mientras ella se divertía con mis dos perros. Tenía puesto un tapado medio largo. Antes de sentarse se lo quitó, dejándome ver completamente su cuerpo. Tenía puesto un jean ajustado, negro, un zapato alto pero no de aguja, y una remera de escote, no muy escotado pero dejaba ver un poco sus senos, blanca. En resumen, estaba espectacular. Mi cabeza empezó a volar. Como iba a hacer para conseguir algo con ella. Había planeado muchas estrategias. Debía jugarme por alguna de ellas. Preparé café para ambos y me senté en ...
... uno de los sofás quedando frente a ella, separados por una mesita.
Conversamos de todo un poco, muy sueltos, como si fuéramos buenos amigos de hace mucho tiempo, hasta que la conversación se interrumpe cuando Elena me pide ir al baño, el cual está en la planta alta de mi casa. Se levantó y se dirigió a las escaleras. Mientras yo la miraba. Por fin pude verle la cola. Se veía espectacular en ese jean apretado. Le hacía saltar las nalgas. Me hizo hervir las venas. Ya no quería esperar más. Cuando volviera del baño iba a confesarle todo. ¡Estaba jugado! Cuando bajó volvió a sentarse en el sofá, frente a mí. Comentó sobre el clima afuera, que no había mejorado, la llovizna aún era intensa, y se sentía el fresco entrar por la ventana del living.
Decidí a jugarme todas las cartas. Le dije: - Tengo algo que decirte Elena. Respire profundo y empecé.
– Desde el secundario me pareciste una mujer hermosa-.
– Y cada vez que nos cruzábamos, me volvías a recordar lo loco que me ponías cuando eras mi profesora-.
Ella me miraba atónita.
-Esta última vez que nos cruzamos, no podía dejar pasar la oportunidad de poder decírtelo-. –No podía dejar pasar más tiempo-. – Me gustas-.
No sé si fueron las mejores palabras, pero su cara no me decía mucho, me acababa de confesar ante una mujer 12 años mayor. Era mi primera experiencia con una mujer de tanta diferencia de edad. Hubo unos segundos de silencio. Me miro y me pregunto.
-¿Me estás jugando una broma, no?-
-¡No!, es la ...