Trio de ases
Fecha: 11/01/2020,
Categorías:
Intercambios
Autor: Iria, Fuente: CuentoRelatos
... cómoda.
Mientras salía de casa para subirse al transporte público, meditaba el porque de su cosquilleo en le estomágo, se cuestionaba del porque, si sólo había quedado con una amiga, pero, era como si su sexto sentido la advirtiera de que algo le ocurriría esa tarde.
Llego al domicilio, se planto en la puerta y llamo al timbre.
-Ding dong...
Megan respiro profundamente y espero abrieran la puerta.
-Hola, dijo Luna; y se abrazó a ella.
- encantada! -le dijo.
Por fin nos conocemos en persona, pasa por favor.
Luna vivía en un piso pequeñito pero coqueto, ordenado. Nada hacía sospechar que alguién más vivía allí.
De repente apareció, Él... un chico alto, moreno, fíbrado, con una mirada muy penetrante, que se clavo en Megan.
- Ah! sí... Este es Pol, mi compañero de piso.
Automáticamente el repaso entre ambos fue mutuo, Megan sintió una atracción inmediata hacía el chico, pero, no quería ser descortés o maleducada hacia su amiga.
Se sentaron los tres, en la mesa de la acogedora cocina para tomar café, parecía se conocían de toda la vida, y la tarde transcurrió rápida y fugazmente charlando los tres.
Se hizo de noche, y Megan se levantó de la silla para recoger su largo abrigo, que la aislaba del frío con aquella minifalda.
-Por favor, quédate a cenar. Preparamos algo rápido o pedimos comida fuera. - ¿que te parece?.
Megan pensó: total..! nadie me espera en casa y no tengo más planes, estaría bien quedarme, estoy a gusto disfrutando ...
... de una buena compañía.
-De acuerdo me quedo.
La cena llego de manos de un mensajero del restaurante de comida rápida, descorcharon una botella de vino.
Y la conversación se alargo para unas horas más, el vino iba caldeando la situación, y a la segunda botella, las risas y carcajadas ya estaban aseguradas. Durante la cena, Megan advirtió que Pol no dejaba de mirarla, y observar detenidamente, ella sonrojada por el vino y la atracción, cada minuto que transcurría, le era más difícil disimular, que el feeling era mutuo.
La música abrió paso al postre de chocolate y el alcohol, seguía corriendo por las copas.
La situación se estaba calentando por momentos, cuando ya, desinhibidos los moradores de la casa, comenzaron a confesar que eran inquilinos con derecho a roce y que no les importaba compartir pareja.
Megan estaba excitada, no sabía si por el alcohol, por las miradas furtivas de Pol, o por las insinuaciones de Luna, picaruela.
De repente la ropa comenzó a estorbar y Luna se quito la camiseta, dejando ver bajo su ropa interior un tatuaje en la espalda de una bonitas alas de ángel.
Megan dijo en voz alta sin reprimir sus pensamientos:
- Me da a mi, que tu no tienes nada de ángel y si de demonio, ¿verdad Luna?.
Luna se levanto de la silla, para esconderse bajo la mesa y acariciar las piernas de Megan.
Le recorrió un escalofrío por la espalda, no estaba incomóda y eso le sorprendía. gratamente.
Mientras, Pol miraba la escena con morbosidad, ...