1. Una buena madre complementa a la novia de su hijo


    Fecha: 11/01/2020, Categorías: Incesto Autor: tranque, Fuente: CuentoRelatos

    Estaba desayunando con mi hijo, lo veía triste, muy serio, preocupado. Mi marido ya se había ido al trabajo y mi hijo hoy no cursaba en la universidad, era su primer año.
    
    -¿qué pasa Juan?
    
    -No, nada.
    
    -Tu cara no dice lo mismo.
    
    -Bueno, pero no es nada.
    
    -¿Cómo que no pasa nada, te peleaste con Noelia?
    
    -No, no me pelee.
    
    -¿pero por qué estás tan enojado y triste?
    
    -nada, cosas de pareja.
    
    -Vamos hijo, cuentéale a tu mamá, tal vez te puedo ayudar.
    
    -No, no puedo es personal.
    
    -¿personal? ¿Sexo?
    
    -Sí, pero no es nada.
    
    -Pero te puedo ayudar, ya somos grandes, tengo más experiencia.
    
    -Pero no puedo me da vergüenza.
    
    -jajajaja, no tengas vergüenza, no soy la Virgen María
    
    -Pero, no puedo
    
    -Vamos, hijo
    
    -Bueno, te cuento, Noelia no quiere que se la meta por el culo.
    
    -jajajaja, eso era, no es nada grave, no a todas las mujeres les gusta.
    
    -¿A vos te gusta?
    
    -No, no, no, yo soy tu mamá, no vale. ¿Pero qué te dice Noelia?
    
    -Nada, dice que le duele, que no le puede entrar, no quiere
    
    -Perdón que te pregunte, pero tratas de meter los dedos antes para dilatarla de a poco.
    
    -Sí, pero cuando quiero meter la pija, se aleja, dice que le duele.
    
    -¿pero tan grande es?
    
    -No tanto.
    
    -¿Cuánto te mide?
    
    -24 centímetros
    
    -jajaja, me estás mintiendo
    
    -No, es verdad
    
    -No te creo
    
    -Por qué te voy a mentir
    
    -¿la puedo ver?
    
    -No, estás loca
    
    -Es científico lo mío, no puedo creer, que se queje Noelia. Es imposible que no le ...
    ... entre
    
    -Pero es verdad, cuando se la arrimo se aleja.
    
    -Dale, déjame ver. Te puedo enseñar algo que podes hacer.
    
    -Mmmmm, bueno pero no le cuentas nada a papá.
    
    -Está bien hijo, mira si le voy a contar, nos mataría, será un secreto, te quiero ayudar.
    
    Era increíble lo que le estaba pidiendo a mi hijo, pero mi curiosidad era más fuerte que cualquier tabú. Realmente estaba muy caliente y necesitaba ver su pija, estaba ansiosa y esperaba que se baje ese pantalón de una vez por toda, pero debía mantener la postura de una madre preocupada.
    
    Yo estaba sentada y él parado frente a mí, miraba todos sus movimientos con atención. Toma su pantalón de los costados de la cintura y lo desliza hacia abajo, queda en pelotas. No podía creer lo que veía, le colgaba una pija gruesa y larga sobre unos huevos grandes en su arrugado escroto, se me hacía agua la boca, tenía una incontrolable gana de meterlo en mi boca.
    
    -Vamos hijo, así flácido, no puedo ver si es muy grande. Espera, deja que te la ponga dura.
    
    Fue la única excusa que me vino a la cabeza para llevarla a mi boca, fui rápida y actué con naturalidad. Me arrodillo y mi cabeza queda a unos centímetros de su miembro, lo tomo con una mano mientras libero la cabeza de su prepucio, la cabeza rosada y brillosa salta mientras crece frente a mis ojos. El pene comenzaba a ponerse erecto y duro, el glande empezaba a tomar la forma de un hongo morado y brillante, arrimo los labios y con la punta de la lengua le doy una primera chupada. ...
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