EL NIETO DE MI MEJOR AMIGO - Relatos Eróticos

EL NIETO DE MI MEJOR AMIGO

... Volví a cambiar de posición y lo puse boca arriba, y baje hacia su pene y me lo metí en la boca para seguir mamando, pero esta vez con un dedo adentro de su ojete y buscando el punto “G”. Eché más saliva e introduje otro dedo, Me duele me dijo, ya va a pasar, relájate y comencé un mete y saca con mis dedos mientras seguía mamando esa rica verga de unos 15 cm. Así estuve como 5 minutos dándole placer en su pene y en su culo, al rato ya no había resistencia y veía como cerraba sus ojos disfrutando de la mamada y el masaje prostático que le estaba dando. Me puse de rodillas y le levanté sus piernas sobre su pecho y le dije te la voy a meter, verás que es bien rico. Apunté mi pene en su agujero y empecé a empujar. Me duele, me duele, pare, pare, espérate, afloja, empuja para afuera como si vas a hacer pu le dije así no te dolerá, empuja hacia afuera le dije y de un empujón se la metí toda, pegó un grito, hay no, así no, sáquela, sáquela que me duele, espera ya va pasar le dije y me quedé quieto para que su recto se acostumbrara a mi pene. Después de unos dos minutos empecé un suave mete y saca, él tenía lágrimas en sus ojos, me duele me dijo sáquela por favor que me duele mucho. Espera ya te va a pasar, así es al principio le dije y seguía con un suave mete y saca. Poco a poco se fue relajando y comenzó a gemir de placer. ¿te gusta? Si está bien ya no me duele tanto, pero si un poquito. ¿puedo seguir? Si, siga me dijo y comencé entonces a embestir más fuertemente y el solo ...

... gemía ¿te gusta? Si me gusta siga, siga y seguí esta vez mas violentamente y lo besaba apasionadamente, y el respondía de igual forma, estuve, así como 5 minutos, el estaba ya gozando. Tome mi mano y comencé a masturbarlo para que sientiera más placer al mismo tiempo que lo embestía más fuerte. Al momento sentí como su recto apretaba mi pene con espasmos, se estaba viniendo y hechó tres, cuatro cinco chorros de leche caliente y espesa de adolescente, yo al sentir como su recto me apretaba comencé a echar chorros y chorros de leche caliente en su culito, los dos gemíamos, estábamos sudorosos, lo abrace, lo bese, y poco a poco mi pene fue perdiendo dureza, pero no lo saque lo dejé adentro, seguí besándolo y el correspondía. ¿Te gusta? si me gusta, seguí besándolo esta vez suavemente, cariñosamente. Mi pene se salió solo, tenia restos de sangre, agarré papel higiénico y lo limpié sin que el lo notara. Quedamos tendidos exhaustos, cambié de posición y lo puse encima de mí y seguí sobando sus nalgas y besándolo. Así estuvimos un rato. Ven le dije vamos a bañarnos Lo llevé al baño, lo enjaboné, sobé sus nalgas embadurnadas de jabón, eran bien duras, se sentía rico y su pene comenzó a crecer otra vez, me puse de rodillas y me lo introduje en la boca y comencé a mamarlo de nuevo hasta que se vino por segunda ves. ¿te gustó le dije? Si mucho, ¿lo harías de nuevo? Si, pero no le cuente a nadie por favor. No, tú tampoco le vayas a decir a nadie, será nuestro secreto. ¿Qué hora es me dijo? ...