Descubriendo sus gustos - Relatos Eróticos

Descubriendo sus gustos

... que aunque intentábamos hablar entre todos al final siempre tenias mas charla con los comensales que estaban a tu lado o frente a ti. Sin darme cuenta llego el final de la cena y se empezó a hablar de que hacer ahora, donde ir; la verdad es que según mis planes era el momento de buscar una excusa y decir que tenía que irme, pero me lo estaba pasando bien, mejor de lo que esperaba y decidí continuar la noche. Al final se decidió ir a un local cercano para tomar algo, hubo personas que decidieron irse, tenían niños pequeños y no querían dejar a su pareja sola por más tiempo o viven lejos y no querían andar bebiendo y luego conducir. Al final nos quedamos unos 8 o 11, casi todos eramos los que permanecíamos solteros y sin obligaciones. Éramos pocos ya y aunque era más fácil mantener una conversación en ocasiones se formaban pequeños grupos. Al ir a pedir una tercera copa a la barra me acompañó Teresa que también tenía su copa vacía, era de las personas con las que más había hablado al coincidir cerca de mí en la mesa. Esto de hablar tanto rato da mucha sed. Dijo Teresa con una amplia sonrisa mientras nos dirigíamos a la barra Si, por suerte tenemos fácil reponer líquidos para no acabar secos La respondí yo, mirándola a los ojos Teresa: “Pues vamos a por otra ronda que aún queda mucha noche y habrá mucho de qué hablar para ponernos al dia. ” Yo:”Entonces ¿lo mismo que estás tomando? Teresa:”Claro, que las mezclas son malas” La verdad es que desde el principio y por lo que ...

... habíamos hablado había sentido que Teresa era una persona de mi agrado por su personalidad, su sentido del humor y forma de enfocar la vida; y además he de reconocer que era una mujer muy atractiva, No era alta, aproximadamente 1,60m de altura, cuerpo atlético, un pecho pequeño pero bien formado y apetecible y unas nalgas bien prietas; o al menos eso parecía y se intuía con el vestido que había elegido para la ocasión. Yo:”Pues no se hable mas, jajaajajaja, y esta corre de mi cuenta” Teresa:”Perfecto, eso significa que al menos habrá una más para que yo pueda invitarte también” Me reí de nuevo, en ningún momento yo estaba coqueteando o buscando algo, simplemente pasando un rato divertido y echando unas risas con una persona agradable; y mi impresión era que lo mismo hacia Teresa. Volvimos con el resto y la velada continuó, aunque lo cierto que de una forma u otra Teresa y yo siempre acabábamos en el mismo grupo de charla o incluso charlando en ocasiones los dos solos. A eso de las 4:30 de la madrugada yo empecé a sentirme cansado y los efectos de las copas, y dije que para mi era hora de retirarme, pero Teresa se acercó a mí y me dijo: No puedes irte Aun Sergio, tengo pendiente invitarte a una copa, quédate un rato más y acabamos la velada todos juntos. Un poco a regañadientes acepté y me encamine con Teresa a la barra a por esa última copa. Teresa:” parece que no estás muy acostumbrado a trasnochar” Yo:” la verdad que no, hace ya años que mi vida social es escasa y tranquila, el ...