El precio de la informacion - Relatos Eróticos

El precio de la informacion

... él se le notaba una cara de felicidad que no podía ocultar, cara de morboso y degenerado, cuando me lo quite por completo me quedo mirando y me dijo:- bueno ya rompí el disco ahora hay que sacar una copia, pásame por favor los discos, están en la parte de arriba de aquel mueble te subes y me los pasas.Era un mueble muy alto, tenía que subirme en algo para poder alcanzarlos, así que arrimé mi silla y me subí, él no dejaba de ver muy morbosamente cada movimiento que hacía. En fin los bajé y regrese mi silla a su lugar, se los di y empezó a copiar el disco. Mientras me miraba fijamente, yo trataba de ver a otro lado.- Esto dice que va a tardar 15 min, así que mientras podemos hacer otras cosas.Se levantó de la silla y claramente pude ver que estaba muy excitado, caminó hacia mi y en el trayecto sacó su miembro fuera del pantalón, traté de hacerme la tonta, levantarme y ver hacia otro lado, pero él se acercó rápidamente del otro lado al que yo me quería ir y me dijo:- Marianita, mira lo que hay aquí - mientras tocaba mi brazo con su miembro.No quería voltear ni nada, solo quería irme de ahí. Pero me estaba deteniendo, tomó mi mano y la jalo hacia su miembro, y comenzó a frotarlo, y me lo acerco para que lo tomara con mi mano, yo jamás en la vida había visto uno en vivo y a todo color, mucho menos tocado uno.- Vamos muñequita, tócalo, agárralo.Yo baje mi mano y logré zafarme de él, traté de levantarme pero no me dejó se recargo en mis hombros y me dejó sentada, comenzó a acariciar ...

... mis hombros y poco a poco fue hacia enfrente siguiendo el elástico de mi brasier, comenzó a rozar mis senos poco a poco, cada vez más fuerte me los apretaba y a la vez los movía en forma de circulo, la verdad mis pechos no son muy grandes pero si son redondos y firmes, me los masajeaba muy fuerte y la verdad, aunque me de pena admitirlo se sentía muy rico, no sé si por la situación o por el control o miedo que él me imponía. Estaba como en un transe de impotencia por no poder quitarmelo y a la vez del placer que me hacía sentir con su masaje, me estaba gustando lo que me hacía y me sentía nuevamente muy extraña, es una sensación de excitación pero no coincidía con la situación.Cuando reaccioné, logre zafarme rápidamente y tratar de cubrir mis pechos con mis manos, que si bien no me había quitado la blusa, ya mis pezones habían sentido el efecto de sus manos y estaban completamente duritos, tanto que me empezaban a doler.Me fui hacia una esquina del cubículo y trate de taparme, él se acerco aun con su miembro de fuera y trataba de ver mis pechos, estuve haciendo un intento en vano de taparme y pero él logró quitar mis manos y comenzar a quitarme la blusa, estaba completamente asustada e indefensa y débil de tanto esfuerzo, él era muy fuerte y me trataba como una muñequita de trapo. Me quitó la blusa y comenzó a tocarme los senos, realmente sabía lo que hacía yo lo disfrutaba, ya no me apretaba fuerte ahora solamente me contemplaba y tocaba muy leve los senos, como comprobando ...