1. Pollas y mazmorras II


    Fecha: 17/09/2017, Categorías: Fetichismo Autor: moronzilo, Fuente: SexoSinTabues

    De repente sus ojos se iluminaron del amarillo de la llama más viva. Se incorporó de golpe aprovechando las risotadas de los orcos. Abrió sus manos poniendo en contacto sus pulgares, formando un abanico, y dijo las palabras que activaban el conjuro: Naur bor! Unas llamas empezaron a salir de las puntas de sus dedos llegando a las caras de sus adversarios. Mientras se reían, ajenos aún al conjuro, empezaron a respirar el fuego, a quemarse la cara. Intentaron cubrirse pero el fuego mágico amplió su potencia y temperatura. En apenas 10 segundos los dos orcos estaban con la cabeza calcinada, en el suelo, muertos. El orco que estaba apunto de violar a Círdan apuntaba con su gordo y lechoso glande el culito del elfo. Sintió un enorme placer al sentir las paredes de la cueva de carne en la que adentraba su polla. “Oooohh!”. Gritaba el orco mientras sus dos compañeros empezaban a tocarse las pollas que ya habían sacado de sus respectivos taparrabos. Miraban atentamente como el culo del elfo se ajustaba a la gordura de la verga de su jefe. Fue en ese momento que sintieron los gritos de los orcos y el destello del conjuro de Turien. Rápidamente reaccionaron, mientras Turien acababa de calcinar a sus atacantes. Sus ojos aún estaban con el amarillo del fuego cuando finalizó el fuego de sus manos y se giró viendo a dos de los orcos que estaban entretenidos con Cíndra venir hacia él. El jefe orco no pareció molestarse, quería acabar de follarse a ese elfo y todo acaba de empezar, seguro ...
    ... que sus dos seguidores acababan con el otro elfo. Turien no tenía tiempo para lanzar otro conjuro cuando los dos orcos se le venían encima. Mirando a su alrededor para buscar algo que le ayudara vio a pocos metros, a un lado, las pertenencias que habían tirado al suelo al ser atacados, también su bastón. Dio una torpe pirueta esquivando a uno de los orcos hasta que alcanzó el bastón. No era tan ágil como Círdan, pero sabía defenderse con su arma de mago. Creó una defensa perfecta. Los dos orcos le alcanzaron pero los mantenía a raya moviendo el bastón cuando era necesario. De manera violenta, estando ya cabreado, uno de ellos intentó coger el bastón del frágil elfo. Turien no era muy fuerte, pero sabía dónde u cuándo golpear. aprovechó para golpear la muñeca con la punta del bastón, justo en la articulación, generando un daño tremendo en el orco. El otro se avalanzó contra el elfo, pero encontró la otra punta del bastón rápidamente colocada en su tráquea y sintiendo un golpe seco que le empezó a ahogar. El orco de la mano lesionada volvió al ataque, pero con la inercia de los golpes, Turien se movía tan veloz que volvió a golpear, esta vez dos veces seguidas, en la cara del orco. Volvió al de la tráquea y, con rabia introdujo el bastón en el ojo del orco, apretando después con fuerza, hasta que notó que atravesaba el atrofiado cerebro del orco. El otro estaba aturdido por los golpes cuando escuchó, en idioma orco, detrás suyo: - Maldito inútil! He de venir yo a matar al puto ...
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