1. Un carpintero en casa


    Fecha: 16/01/2020, Categorías: Anal Sexo con Maduras Voyerismo Autor: Anitaslut44, Fuente: xHamster

    ... cámara, pero solamente podía oír el ruido de un serrucho cortando madera y las voces del tipo y mi esposa. Después del mediodía dejé de oír tanto ruido a serrucho y entonces supuse que Marcos estaría instalando el mueble. Veía que cada tanto, Ana entraba a nuestro dormitorio, acomodando ropa recién lavada y planchada… Ella esa mañana se había vestido con unas calzas de gimnasia bien ceñidas a la cintura, que le marcaban ese espectacular culo redondo y firme que me volvía tan loco. Tenía una camiseta de algodón, bajo la cual era evidente que no llevaba sostén…Cerca de las tres de la tarde estaba pensando que me había equivocado y que nada pasaría entre Ana y ese tipo tan ordinario; pero no fue así…Vi entrar al dormitorio a Ana, con el tipo prendido a su cintura, metiéndole sus manos por todos los rincones de su cuerpo. Anita parecía querer resistir, pero yo sabía que iba a ceder en cualquier momento.El carpintero le inmovilizó las dos manos a su espalda y las sujetó con una cinta de plástico. Luego de un tirón le arrancó la camiseta a jirones, dejando las magníficas tetas de Ana a la vista. Enseguida le mordió los pezones ya erectos, haciendo gemir y gritar a Ana, que reaccionó con un gesto de sorpresa…Mi esposa le pidió que no la lastimara; él sonrió y le dijo que, si se portaba bien, seguramente iba a disfrutar todo lo que iba a sucederle…La volcó boca abajo sobre la cama y le arrancó las calzas del cuerpo, desgarrándolas como si fueran de papel. La visión de una diminuta ...
    ... tanga negra pareció volverlo loco…Pero solamente por unos instantes, ya que la desgarró también de un rápido manotazo.Ana ahora estaba completamente desnuda a merced de ese tipo y volvió a suplicarle que no la lastimara. Por toda respuesta le cacheteó el culo con mucha energía, arrancándole más gemidos. Apenas la escuchó gemir, el tipo sonrió con maldad y empezó a descargar cachetazo tras cachetazo cada vez con más violencia. Mi mujer gritaba ahora cada vez más alto…Cuando se cansó de darle palmadas, Marcos se puso de pie y se desnudó, dejando ver una verga erecta de tamaño bastante considerable. Subió a la cama y se ubicó a espaldas de Ana, que seguía tendida boca abajo.Se acomodó sobre ella y le apoyó la pija entre los redondos y ahora colorados glúteos; luego con una mano la tomó por los cabellos y con la otra la aferró por el cuello. Pude escuchar claramente cuando le dijo a Ana que iba a “romperle el orto… bien roto…”Ana lloriqueó, diciéndole que tuviera delicadeza, que no la desgarrara…Pero el tipo no la escuchaba; soltó los cabellos de mi esposa y su mano tomó su verga endurecida, dirigiéndola a la estrecha entrada trasera de Ana.Ella insistió para pedirle que no le hiciera daño; pero por toda respuesta, él le apretó el cuello, quitándole el aire. A ver que mi esposa se ahogaba, aflojó un poco la presión, al mismo tiempo que comenzaba a meterle la punta de la verga en el culo…Ana aulló de dolor, pero el turro no dijo nada; simplemente siguió enterrando su verga en el ano ...