1. Logré compartir a mi mujer


    Fecha: 17/09/2017, Categorías: Infidelidad Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... tocado por mi esposa.
    
    Esta me miró con cara de puta, preguntando si podía terminar la faena, a lo que contesté que si. Cogió su pene con sus manos y acarició su cara con el, después lo recorrió a todo lo largo con su lengua y se lo metió hasta la garganta, sorprendiendo a mi amigo que lo ensartó aún más con el movimiento involuntario de su pelvis.
    
    Empezó a hacer lo que más le gusta, hacer acabar a los hombres con su boca, se engolosinó y no quería dejarlo, tuve que intervenir lamiendo su culito y conchita aprovechando que se encontraba a lo perrito, lo que en vez de interrumpirla la hizo dedicarse a chuparlo con más ganas aún. Mi amigo se empezó agitar convulsivamente, con muestras de querer correrse, por lo que ella se prendió con más fuerza a su pene, luego de breves segundos él comenzó a dar alaridos de placer descargando grandes borbotones de semen en la boquita de mi putita, que lo tragaba con gran deleite. Siguió lamiéndoselo suavemente hasta dejarlo limpio y listo para la acción otra vez.
    
    Yo le reclamé a mi esposa que me atendiera también a mi, por lo que cariñosamente me empezó a besar desde el cuello hasta el pene, repitiéndose la misma dosis de semen. Mi amigo, aún con asombro y caliente por su nueva erección sólo miraba, por lo que yo lo animé a intervenir acariciándole el culito que se encontraba a su disposición y totalmente mojado. Este comenzó un frenético y suave masaje de su conchita a lo que mi esposa respondió con meneos y quejidos de placer, por ...
    ... lo que me retiré para observar como se cogían a mi querida mujercita, convertida en una verdadera puta, como siempre lo desee.
    
    Mi amigo, en posición de perrito, le acercó su gran verga a su culito, logrando metérsela suavemente en su conchita que se estiraba al máximo ya que mi esposa la tiene muy estrecha, aunque muy elástica, por lo que logra cogerse distintos tamaños con gran placer para sus amantes. Se la metió durante varios minutos, logrando ruidosos orgasmos de mi mujer, que me miraba con ojos vidriosos de deseo y placer.
    
    Después de un largo rato cogiéndosela desde atrás, cambiaron a la tradicional posición del misionero, la que más hace gozar a mi esposa ya que es cuando le entra más profundamente y puede moverse a todas sus anchas. Finalmente, acabaron juntos con grandes gritos de mi esposa que quedó agotadísima debido a sus frenéticos movimientos de pelvis tratando de gozar siempre más, pero feliz con la experiencia.
    
    Por suerte fue una experiencia gratificante, tanto para mi esposa como para mi, ya que logró que empezáramos a dar rienda suelta a nuestras fantasías sin problemas morales de por medio ni trancas sexuales. Es más, después de esta primera vez, el sexo entre los dos mejoró en un 100%, disfrutamos durante mucho tiempo recordandolo.
    
    Me gustaría escuchar opiniones acerca de este relato, para poder contarles más experiencias que hemos tenido con mi putita particular, en especial de hombres jóvenes que quisieran tener alguna experiencia con ella. 
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