1. La vendedora


    Fecha: 17/09/2017, Categorías: Confesiones Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... cuenta, nadie llegaba a menos que tuviera citas, es decir, estaba a mi entera disposición.
    
    -Y Usted no vende cartuchos para fax? Le pregunté.
    
    -Claro que sí. Enseñeme el fax ó deme el modelo para averiguar precios –me dijo.
    
    -Pasemos a verlo. El fax y la copiadora se encuentran en un cuarto aparte al fondo de la oficina. Allí no se vé ni se oye nada. Ella pasó delante de mí, por caballerosidad y para verle las nalgotas. Mientras caminabamos juntos, me detuve y le pregunté por los precios de algo, acercándole el catálogo a su teta derecha y con mi mano izquierda se la apretujaba. Ella solo me contestó y se dejó hacer.
    
    Seguimos hasta el cuarto. Vió el fax, se quedó anotando el modelo, cuando se dio vuelta le ví en los ojos el deseo que me le lanzara, le ví la cara de "quiero verga". Sin decir más palabras le tomé una de las manos y ella sin más ni más se dirigió a mi paquete y comenzó a desabrocharme el pantalón hasta que me la sacó y comenzó a darme una mamada de antología, me la agarraba con las dos manos, me la pajeaba, me la besaba, me chupaba la cabecita y se la volvía a meter toda como que fuera loca, por un momento me afligió, pero era la excitación que ella tenía.
    
    Yo le acariciaba su cabello y ella solo gemía hasta que comencé a dar indicios que ya me venía. Ella la seguía mamando y cuando empecé a disparar se la sacó y me la pajeaba y se comía el semen. Le caía en la boca y en la cara. Me la siguió mamando hasta que no quedó ninguna gota en mis ...
    ... huevos.
    
    Se levantó y comenzamos a besarnos. Me metía la lengua hasta tocarme el esófago. Me besaba la mandíbula y me daba lenguetazos por toda la boca y las mejías.
    
    -Estás bien rico, papasito –me decía, mientras yo le apretaba las nalgotas y le metía el calzón en medio de la raya del culo. –Quiero sentirte la verga! Quiero sentirte! Me repetía y me la agarraba y me bajaba el prepusio como queriendo pajeármela.
    
    -Voy a echarle llave a la puerta, póngase cómoda y véngase para este cuarto –le dije- y me dirigí a la puerta y a sacar un condón de mi escritorio.
    
    -Sí, por que quiero sentirla!-me dijo. Quero sentirla! –me repetía.
    
    Ya regresé desnudo donde ella estaba. La vendedora no se quedó atrás y me estaba esperando igual. Mujer hermosa, bien cuidada y aseada, bastante carne, buenas tetas y nalgas grandes, vagina grande y peluda, y como toda mujer rellenita, los labios de la cuca bien grandes y olorosos a sexo y fluidos. Algo delicioso!! Un manjar suculento para cualquier macho! De solo verla se me paró la verga otra vez.
    
    Como también sabrán soy pie-fetichista y sus piesitos no eran menos que el resto de su cuerpo. Qué rico –pensé. Nos vamos a dar una buena cogida con la vendedora! Y manos a la obra! Comenzamos a besarnos otra vez. Le agarraba las tetotas pezón rosado, se las tocaba y acariciaba, y se las apretaba. Después me bajaba a las nalgotas blancas y pecosas. Le succionaba los pezones, le daba vuelta para darle nalgadas y cuando doblaba el cuerpo le hacía el "Beso ...