1. Los pies de Alicia me vuelven loco


    Fecha: 18/09/2017, Categorías: Fetichismo Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    Me llamo Alex, trabajo en un gran bufete de la ciudad, me levanto a las 5 am todos los dias para ir a trabajar, es un bufete muy importante de la ciudad. Esa mañana del lunes pasado jamás se me olvidara porque un sueño se me hizo realidad.
    
    Como de costumbre llegue a la oficina a las 5:30 am, toda la ciudad aun estaba en tinieblas mientras conducía mi Audi TT, llevaba mucha prisa porque tenia que preparar una demanda para la reunión de las 9 am con mi director. Entre a mi oficina directo a buscar mi taza de café cargado, me quite la chaqueta e inmediatamente me afloje la corbata, encendí mi laptop y la otra computadora, me puse a trabajar como si se me estuviese acabando el día acabado de empezar.
    
    Estaba sumergido en las profundidades legales cuando de repente llego Alicia, la chica nueva que acababa de incorporarse al bufete. Sus referencias eran impecables, graduada con honores de la facultad de derecho, directora del periódico estudiantil y estaba tan buena que era imposible mirarla como abogada. Alicia mide 1.70 mts, tez blanca, pelo castaño claro, delgada diría que pesa unas 130 libras y todos los dias parecía vestir el mismo atuendo de chaqueta y falda azul marino, y unas sandalias color negro que dejaban al desnudo unos pies largos y blancos, con el pedicure francés hecho como tallado en columnas griegas, dedos y unas de un largo calentísimo (confieso mi fetichismo de pies, me parecen sensuales).
    
    Hola, me dijo apenas entro, - que estas haciendo - conteste ...
    ... haciéndome el desentendido ante la impresión que me dejo - preparando una demanda importante - Inmediatamente me dijo que apagara la computadora que ella se habia quedado toda la noche trabajando y estaba harta de las computadoras, quería hablar conmigo. Asi lo hice, y comenzamos a charlar acerca del tiempo, de las noticias de todo un poco. No podía dejar de verle los pies, a veces ni siquiera la miraba a los ojos, solo a los pies, tenían un arco perfecto y jugaba con su sandalia sensualmente.
    
    Se quito las sandalias porque decía que le dolían y que quería dormitar en el sillón de mi oficina, yo le dije que por mi no se preocupara que estaba bien. Acostada en el sillón me pidió un vaso de agua y acudí en su ayuda como por arte de magia, fui por el vaso y lo llene de agua. Cuando estuve cerca del sillón me acerque por la parte de los pies para extenderle el vaso de agua, intencionalmente lo llene al borde asi que cuando llegue a la altura de sus pies derrame un poco. No habia comenzado a disculparme cuando un gemido de éxtasis salió de su garganta como si yo hubiese vertido una cubeta de agua encima de un pequeño incendio.
    
    Me dijo que si le podía hacer un pequeño masaje en los pies, le conteste que por supuesto, asi que me senté a los pies de ella que todavía estaba acostada y puse sus pies en mis piernas. A estas alturas mi verga estaba a mil, la tenia dura, muy dura, asi que comencé a acariciar sus pies. Eran delicados y largos con dedos flacos y muy cansados. Los acaricie ...
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