1. HIJOS INCESTUOSOS (DANIELA DE 11)


    Fecha: 24/01/2020, Categorías: Incesto Autor: Hansolcer, Fuente: SexoSinTabues

    Ver entrar y salir mi pedazo de carne vez tras vez en ese infantil aunque húmedo chocho era algo que jamás hubiera imaginado. Aferrado a sus flacas pero torneadas caderas la penetraba muy despacio, como si quisiera prolongar el gusto de sentir cuando cada centímetro se habría espacio hasta llegar al fondo de la estrecha vagina de Daniela mi hija de tan solo 11 añitos. Estábamos en la misma cama donde horas antes habíamos echado el obligatorio polvo mañanero con su madre. Sus roncos gemidos entre las sabanas, el contorsionar de su cuerpo me hacia saber que igual que yo la estaba pasando de lo lindo. Hincado sobre el colchón la cogía de perrito. Ambos desnudos totalmente. Serian las 11 de la mañana, estábamos solos, pues mi mujer y mariana mi otra hija habían ido al mercado a comprar para preparar el almuerzo. La verdad todo había sido idea de mis hijas, quienes al enterarse que las había descubierto mientras cogían con sus hermanos y también el que les manifestara mi deseo de que hiciéramos lo mismo, ellas mismas me invitaron a ser parte de sus aventuras sexuales. La noche anterior había iniciado con Mariana a quien visite en su cuarto, esta vez tenía a Danielita a 4, enterrándole mi grueso y negro pene. Su chocho era abultado quizás herencia de familia de parte de su mamá, blanco por fuera y de un color rosa claro su interior. Era evidente que los 17 cm de verga que le había metido su hermano habían dejado huella. Contrastaba con su cuerpo y cara de niña, lo que si era ...
    ... cierta era que sabia delicioso. Como dije Daniela y Mariana se habían puesto de acuerdo. Esta vez, habían aparecido en nuestra habitación hasta convencer a Monica mi mujer par cocinar algo especial. Pude ver un brillo pícaro en Mariana cuando Monica dijo que si. Igual y según su plan Daniela no las acompaño. Y ahí estábamos, dándole como a toda una putita. Sintiendo su vagina caliente, escuchando esos gemidos agudos y prolongados hasta parecerme llanto. Respirando hondo, arqueando la espalda como queriendo darme una mejor posición y así engullir hasta lo ultimo de mis 18 cm y mucho mas grueso que el pene de su hermano. Sinceramente, me resultaba increíble que mi hija se tragara una verga de ese tamaño. Tenia tan solo 11 y aunque era bastante desarrollada para su edad, mi mente no concebía donde le cabía un garrote al que mujeres mayores habían considerado grande. Dígase su abuela o su tía Ruby, quienes en su momento habían disfrutado de mi verga. Cambiamos de posición, esta vez se coloco boca arriba hasta quedar con sus nalgas al borde de la cama, parado en el piso me metí entre sus piernas levantadas en V y poniéndole la cabeza del pene en su entrada, presione hasta que entro el glande en su totalidad. Con mi mano derecha jugué un poco con su clítoris, luego acaricie sus nacientes pechos. Sin más se la deje ir toda hasta que mis huevos era lo único que quedo fuera, Daniela emitió un gritito de gusto. Me detuve unos segundos para luego empezar a bombearla a mediano ritmo. A cada ...
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