Aliviando a su hijo
Fecha: 25/01/2020,
Categorías:
Sexo con Maduras
Autor: Quique., Fuente: CuentoRelatos
... empedernido, ahogaba el fracaso en el brandy, Virginia, le dijo:
-Voy a lavar y acostar a Waldo.
Basilio estaba de cabreo subido.
-Y de paso acuéstate con él, puta. Todos los días tocándole la polla, lo estaréis deseando.
La derrota de su equipo la quería pagar con su mujer. Virginia, no se iba a callar. De hecho, sin llegar a las manos, la tenían un día sí y otro también.
-Pues a lo mejor lo hago, mira, pasamos mucha hambre.
Basilio, que se creía un macho alfa insustituible, le dijo:
-¡¿A qué esperas, mamona?!
Virginia, llevó a su hijo en la silla de ruedas a la habitación, que estaba pared con pared con la sala de estar. Cerró la puerta con llave. Lo metió en cama, lo desnudó y le dio un baño de toalla. Ya no fue como siempre. Waldo, se empalmó. Sobraron las palabras, Virginia, se desnudó, subió a la cama y besó a su hijo en los labios, dulcemente, luego se besaron con lengua. Le puso el cuello en la boca, Waldo se lo besó, le puso las orejas, los ojos, la punta de la nariz... Waldo besó todo lo que su madre llevó a su boca y lamió lo que tenía que lamer. Sabía lo que debía hacer ya que había follado lo suyo antes de quedarse tetrapléjico en un accidente de coche dos años atrás. Luego besó ella las tetillas se su hijo, para acto seguido poner sus manos en la cabecera de la cama, y llevarle las tetas a la boca, primero una y después la otra. Waldo le mamó aquellas grandes areolas marrones y lamió sus pezones.
El partido había acabado, el Barça ...
... quedara eliminado. Basilio volvió al ataque.
-¡¿Qué haces?! ¡¿Le lavas la polla al mierda, zorra?!
Las paredes eran de papel y se oían las voces con nitidez.
-No, el mierda me está comiendo las tetas, y no grites que no estoy sorda, zurullo.
-¿Tetas? Lo que tienes son dos pedazos de grasa mal hechos, plasta.
Minutos después, Virginia, se dio la vuelta, le puso el coño mojado en la boca y disfrutó de la lengua de su hijo mientras le masturbaba la empalmada polla...
Basilio, después de largar otro lingotazo de brandy, siguió a lo suyo.
-¿Y ahora qué haces, le pones el coño en la boca?
-Sí, y me voy a correr como una loca.
-¡A ver si lo ahogas y nos quitamos esa cruz de encima!
No me extraña que le metiera los cuernos con el hijo. Basilio era un hijo puta y un cabrón de primera división.
-Tú sí que eres mi cruz, agonías.
Virginia se volvió a dar la vuelta. Le volvió a poner el coño en la boca a su hijo. Se magreó las tetas y movió su pelvis buscando el orgasmo rozando la lengua de su hijo con el coño y metiéndola dentro de su vagina... Tanto fue el cántaro a la fuente que se rompió y su agua dio de beber al sediento, diciéndole:
-¡Bebe, cariño, bebe!
Basilio, que la estaba oyendo, sonrió, antes de decir:
-¿Ya le diste el veneno, perra?
-Sí, me corrí en su boca.
-¡Ojo con lo que dices que vas a empalmar al vegetal.
Virginia, se cabreó.
-¡¡Tú eres el vegetal, cuckold!!
-Inglesa de mierda. Lo que estás diciendo es para ...