Mi papi II
Fecha: 31/01/2020,
Categorías:
Incesto
Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues
... yo estaba haciendo del baño, mientras que yo continuaba mamándosela. -Sí papi, ya voy -Los hombres tardaron unos 2 minutos y salieron sin si quiera habernos prestado atención. Mi papi volvió a tomarme del cabello para meterme su enorme polla en la boca una y otra vez. -Princesita, me encantas, tócate. -Y obedecí, comencé a tocarme sobre la pantaleta que ya estaba completamente mojada, como si me hubiera bañado con ellas. Ambos llegamos al orgasmo, yo me tragué todo su semen, aunque fue tanto que un poco de éste se escurrió por mis mejillas. -Princesita, esto estuvo mal -Me miró seriamente, a lo que yo me puse un poco triste. -Tú sigue divirtiéndote, ¿vale? Llegando a casa hablaremos. Nos arreglamos y salimos de los baños, mi papi volvió con sus compañeros mientras yo volví con mis amigos que me preguntaron por qué había tardado tanto, solo les dije que había mucha gente y siguieron platicando sobre sexo, aunque ésta vez yo ya estaba calmada, aunque algo nerviosa por lo que papá había dicho. La fiesta siguió unas 2 horas más hasta que finalmente mi papi y yo nos retiramos. En todo el camino él no dijo nada, lo que me ponía más nerviosa. Cuando llegamos a casa papá cerró todo con llave como siempre lo hacía cada noche, y me mandó a su cuarto. Yo lo obedecí y me quedé esperándolo unos 5 minutos en su cama, nerviosa por lo que iba a pasar. Entró a su cuarto, quitándose el saco el cual aventó en una silla y comenzó a desabrocharse la corbata mientras se sentaba a mi lado. ...
... -Acuéstate boca abajo en mis piernas -Lo obedecí de inmediato, me acosté dejando mis pompis al aire, las cuales él descubrió haciendo a un lado el vestido. -¿Sabes que estuvo mal lo que hiciste? -Asentí con la cabeza -Pudieron habernos cachado princesita -Una de sus manos comenzó a rozar mis glúteos, yo ya me hacía una idea de lo que iba a pasar -Bueno, mereces un castigo por tus malas acciones princesita. -¡Y puf! Me soltó una nalgada que resonó en toda la habitación. Me había dolido, pero también me había gustado, y mucho, a lo que solté un suave gemido sintiendo como volvía a mojarme. Me soltó otra nalgada, ésta vez un poco más fuerte, pese al dolor, el placer era más grande y me encantaba. -¿Entendiste princesita? -Con su mano libre me tomó de las mejillas y me hizo mirarlo, yo asentí entre sorprendida y extasiada. Mi papi continuó así unas 9 veces más, hasta que mis pompis quedaron completamente rojas. Dio una última nalgada, la cual casi me lleva al orgasmo. -¡Ay papi! Aprendí la lección -Solté un gemido mientras sentía mis piernas mojarse gracias a mis juguitos vaginales. Aún no hemos terminado -Con su corbata amarró mis manos fuertemente, y al igual que las nalgadas dolía pero me gustaba. Me recostó salvajemente en 4 contra su cama y se dispuso a soltar mordidas en todos mis glúteos y piernas. -¡Papi! -gritaba excitada. -Eres mía princesita, mía, yo soy tu amo, ¿entendiste? -Me jaló del puente de mis pantaletas y me atrajo hacia él, pude sentir su pene duro contra mis nalgas, ...