1. C A R O L I NA - I


    Fecha: 01/02/2020, Categorías: Incesto Autor: ya1gor9di4si, Fuente: SexoSinTabues

    ... escandalizarte. --Que estoy buenorra y otras vulgaridades obscenas: ¡qué buen par de polvos tienes!… y burradas de ese estilo. --Perdona, hija; pero es que tienes un cuerpo de escándalo para tu edad. Estás muy, pero que muy bien desarrollada. Si yo te tuviera de compañera de clase seguro que te diría cosas aún peores que esas que te dicen. --A ver si resulta que ahora me vas a tirar los tejos tú. Me estás empezando a parecer un viejo verde. Perdona; no me hagas caso. Es broma, ¿Eh? --No te preocupes, Carol, pero supongo que habrá alguno que te interesará más que otro. --Bueno hay dos o tres que me gustan. Tonteamos. --¿Y, qué hacéis? ¿Habéis llegado muy lejos? A mí me lo puedes contar. Soy tu padre y he tenido tu edad. Sé lo que os pasa en esos años: tenéis todas las hormonas en ebullición. Puedes hablarme con confianza. Sabes que en casa siempre tenemos libertad para expresarnos. --Nunca hemos pasado de morreos y algún toqueteo; pero todo muy superficial. Durante la conversación había ido bebiendo sorbitos de Baileys y ya me había terminado el chupito. Mi padre lo volvió a llenar, pero puso Baileys y le añadió un poquitín de whisky. --Parece que te ha gustado el Baileys, Carol. Anda, bebe otro poquito. Lo he mezclado con algo de whisky, para que te vayas habituando. --Es dulce, muy suave y tiene buen sabor, pero solo esta, eh; no quiero marearme, papi. No tengo costumbre de beber. --No te preocupes por eso; estás en casa, conmigo y tu madre dobla turno; no volverá hasta la ...
    ... noche del domingo. No se enterará de nada de lo que pase. Si te mareases sería nuestro secreto. ¿De acuerdo? --Tendré que confiar en ti; qué remedio me queda. Mientras charlábamos, la mano de mi padre se había posado definitivamente sobre mi teta derecha y había empezado a deslizarla suavemente sobre ella. Me moví un poco, como si quisiera acurrucarme mejor, bebí otro poco del nuevo chupito y desabroché un botón de mi blusa. (Era el primer paso de un plan que se me ocurrió) --Siento mucho calor, papi: debe ser por el Baileys. --No te preocupes; ponte todo lo cómoda que quieras. Animada por ese consentimiento me abrí otro par de botones, de forma que solo dejé abrochados los dos de más abajo. Mis tetas aparecieron, provocadoras, casi totalmente al aire, porque cuando volví del insti me había quitado el sujetador para estar más cómoda, como solía hacer siempre en casa. (Fue un segundo paso, encaminado a tentarle) --De manera que solo morreos y toqueteos, ¿Eh? ¿Me lo tengo que creer? Me cuesta, Carol, me cuesta. Claro… que si no me quieres contar más… tendré que hace un esfuerzo… y creerte. --No es que no quiera contártelo, jopé; es que me da mucho corte. (Adopto el papel de la “modosita” ignorante y tímida) --Eso significa que hay algo más. ¿Tan pecaminoso es? Venga, cuéntamelo; prometo no enfadarme contigo, sea lo que sea. No tengas miedo; no me chivaré a tu madre. --Bueno, pues allá va. Hace un par de meses o tres le hice una paja a un compañero, pero duró muy poco; ni dos ...
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