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Descubriendo el sexo con mi hermana
Fecha: 04/02/2020, Categorías: Incesto Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... una mancha húmeda sobre la tela blanca, ahí donde había estado su coño. Alargó el brazo hacia la mesita de noche y sacó del cajón una polla de plástico grande y gorda. Tenía conectado un cable a un mando y lo accionó. La polla empezó a vibrar y la puso sobre la almohada, apuntando hacia el techo. Mi hermana se la metió de un sólo empellón, y gruñó aún más fuerte cuando lo hizo. Yo estaba que no podía más. Sentía los huevos a punto de explotar, pero quería verla terminar. Era una delicia verla masturbarse, moviendo las caderas tan salvajemente que se tenía que hacer daño con la polla de plástico metida tan adentro. Pero parecía disfrutarlo, la muy cerda. Después de un par de minutos embistiéndose salvajemente, se sacó la polla del chocho y se dio unas palmadas bastante sonoras. ¡Plaf! ¡Plaf! El mismo ruido que cuando pisas un charco. La segunda palmada le provocó un intenso orgasmo: gimió como un animal. Le salió desde lo más profundo de la garganta y un chorro salió de su coño, empapando la cama. Pensé que se había meado y eso aceleró mi corrida, que fue a parar al respaldo de madera del banco y al cojín sobre el que estaba apoyado. Para borrar mis huellas, lamí con la lengua mi propio semen, presa de una excitación como no había sentido nunca, y también recogí lo que pude del cojín. Me imaginé que ese semen era de otro y me sentí muy cerda yo también. Cuando me recuperé y volví a asomarme a la ventana, mi hermana aún temblaba por el intenso orgasmo que había tenido. Se tocaba el coño despacio, chapoteando en sus propios jugos. Se echaba la mano a la boca y la lamía con deleite. Al final no íbamos a ser tan diferentes.