Patas arriba (I, II, III)
Fecha: 04/02/2020,
Categorías:
Hetero
Autor: Anderson, Fuente: CuentoRelatos
... corazón saltó roto en mil pedazos- en todo caso, si don Dani vuelve a plantear un tema así, no participaré, por lo visto en clase todos, incluido tú, apoyan esa estupidez, si quieres seguir siendo mi amigo, cierra ese tema, ¿vale? –y el tío hace leña del tronco caído.
Justo iba a responderle cuando don Dani salió del despacho y llamó a Ricardo para hablar con él.
Dani
- Muy bien, Ricardo, te pedí que vinieras para hacerte dos preguntas, la primera, ¿qué te pareció la clase de hoy?
- Me parece una forma interesante de dar clases, la verdad eso de hacernos discutir me pareció interesante, además que así saca provecho de todas esas horas que Iván se pasa estudiando por puro gusto, pero me da que no me llamó para eso, ¿verdad?
- En parte sí, pero tienes razón, no era el motivo principal, realmente es que Javi me dijo que quería que lo disculpara por lo que pasó el viernes en la consulta, no sabían que su esposa estaba embarazada, fue una molestia propia del principio del embarazo y tal vez Cami fue impulsivo –no consideré prudente decirle que también es mi sobrino, al menos no en estas circunstancias- y por eso quería que lo disculpara, me dijo también que encontró el dinero de la consulta y que cuando te sientas preparado, puedes pedir cita de nuevo. No me preguntes qué quiso decir, porque no sé de lo que hablasteis, en fin, creo que eso es todo… a menos que quieras decir algo, claro.
- No profesor, felicite a Javier de mi parte, pero creo que ya hablé lo ...
... que tenía que hablar con él, gracias.
- Con gusto, Ricardo, ahora dile a Iván que pase, si eres tan amable.
- No hay problema profesor, hasta mañana.
- Hasta mañana.
Poco después entró Iván, el pobre se veía que intentaba poner su mejor cara, pero juraría que se pondría a llorar en cualquier momento. En mi despacho tengo en un rincón un par de butacas mullidas y cómodas donde suelo pensar cuando tengo decisiones difíciles o atiendo a los padres que vienen a pedir consejo acerca de sus hijos, como Javi me había advertido que la situación de Iván era delicada lo llevé allí y sin preguntarle siquiera, saqué un par de refrescos que tengo para estas situaciones.
- Bueno, Iván, como profesor sólo puedo felicitarte por la clase que le diste hoy a tus compañeros, no tuve siquiera que imponer orden… lo que me recuerda: ¿has pensado estudiar magisterio? Tienes un don muy especial para que te presten atención sin tener que esforzarte, eso es ideal en un profesor. Pero no quiero hablar de eso ni hablarte como profesor, ya en un plano mucho más personal, ¿cómo te fue con Javi?
- Profe, me imagino que Javi le puso sobre aviso que le haría preguntas, me dijo que le preguntara por algo que usted hizo por su mejor amigo, me parece que dijo que se llama Fran o algo así…
- Muy bien, veo que necesitaremos los refrescos, Iván. Lo que pasó con Fran es parecido a lo que te pasa a ti, verás, cuando él tenía un par de años más que tú me contó que estaba enamorado de un amigo que ...